Durante estos dos días pasaron por Moaña algunos de los grandes pilotos del motociclismo español, como los hermanos Espargaró, Luis Cardoso y Ricky Cardús, entre otros. Estaban también todos los compañeros del equipo de Dani Rivas, que se encargaron de portar a hombros el féretro. "La grandeza del motociclismo", que decía en algunos momentos el padre del deportista moañés. Los pilotos, mecánicos y demás personal relacionado con el mundo del motor no quisieron faltar a la despedida de uno de los suyos -no faltaron momentos en los que se abrazaron emocionados- ni dejar sola a la familia de su amigo Dani Rivas en un trance tan difícil.

Se ha ido el piloto. Ahora queda el recuerdo y comienza la leyenda.