Todas las miradas en la NBA se dirigían ayer hacia la rodilla de Kyrie Irving. El base de los Cleveland Cavaliers se retiró cojeando de la cancha en el primer partido de las finales, que ganaron los Golden State Warriors. A última hora se conocieron los resultados de la ecografía: fractura de menisco, de tres a cuatro meses de baja. Los analistas coinciden en que los Cavaliers no tendrán prácticamente opciones de pelear por el anillo.

Golden State Warriors han cobrado la primera ventaja tras imponerse en casa a Cleveland Cavaliers (108-100), en un partido muy igualado que necesitó una prórroga para resolverse y en el que el equipo local sobrevivió a los 44 puntos de LeBron James.

La primera batalla por el anillo dejó un balance frustrante para los Cavaliers, que empezaron dominando con autoridad en el primer cuarto, alcanzando una máxima renta de 14 puntos (15-29), y acabaron perdiendo en la prórroga y con Kyrie Irving (23 puntos, 7 rebotes, 6 asistencias, 4 robos) lesionado en su rodilla izquierda durante esos minutos finales.

"Obviamente, por mi tono de voz se puede deducir que estoy un poco preocupado", lamentó el base visitante, que se marchó cojeando. Ya había afrontado la final de Conferencia Este mermado por una lesión de rodilla nunca bien explicada. Durante el encuentro pareció recuperado. LeBron James se queda aún más solo en un equipo que ya perdió hace tiempo a Kevin Love.

El banquillo de los Warriors aportó 34 puntos por los 9 de JR Smith, único suplente que anotó para Cleveland, con una rotación de solo ocho jugadores que explica que la actuación de LeBron James (44 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias) quedara sin premio. Con el marcador empatado en la última posesión del tiempo reglamentario, el '23' dispuso de un tiro para vencer, pero lanzó un triple algo forzado y, en la prórroga, el cansancio hizo mella en la estrella visitante, que falló tres tiros y cometió dos pérdidas.

El segundo partido de las Finales también se disputará en el Oracle Arena -madrugada del domingo al lunes-, donde los Warriors acumulan un demoledor balance de 47 victorias en 50 partidos esta temporada. "Ojalá pueda jugar Irving, sé que no me creéis, pero lo digo en serio", ha pedido el técnico local Steve Kerr. No se le cumple el deseo y lo cierto es que su equipo está más cerca del anillo.