Desde que la selección española de natación sincronizada triunfa en Mundiales y Juegos Olímpicos, las niñas de Vigo quieren ser como Gemma Mengual, Ona Carbonell o Andrea Fuentes.

Desde hace siete años, la sección de sincronizada del Real Club Náutico de Vigo ha experimentado este repunte de niñas apasionadas por un deporte estético, visual, pero también muy físico. "Cuando retomamos esta actividad en el club empezamos con unas veinte niñas. Hoy son 97, de edades que van desde los seis hasta los 18 años, y de las que 27 ya compiten en el ámbito nacional", afirma Ángela Mª Pereira Cabaleiro, que se encarga de entrenarlas a todas ellas con la única ayuda de Abraham Solla, que colabora con ella desde hace unos tres meses.

Poco a poco las 'sirenitas' del Náutico van despuntando. El pasado fin de semana, en Ferrol, disputaron un campeonato de base 4 (la categoría más alta de los grupos de base) y allí conquistaron un primer puesto pendiente todavía de confirmación tras una reclamación.

Ahora, los próximos fines de semana están repletos de citas autonómicas y nacionales para las que las sirenitas del Náutico se están preparando duro.

Las pruebas para acceder al equipo suelen ser exigentes. "Más que en la edad me fijo en sus capacidades", sostiene la entrenadora, que formó parte del antiguo equipo de sincronizada del Náutico de hace 30 años. "Para empezar a practicar este deporte deben tener una base de natación, saber nadar braza, croll y espalda", dice Pereira.

Pero las pruebas incluyen también dominadas en las espalderas, aguantando veinte segundos, elevaciones de piernas, también en las espalderas, aguantando treinta segundos, los tres apoyos invertidos, pruebas básicamente de fuerza y flexibilidad que hacen de éste un deporte muy estético y visual.

"Actualmente hay una decena de clubes en Galicia entre los que destacan, sobre todo, los de Pontevedra y Ourense. Nosotros tratamos de ir haciéndonos un hueco, poco a poco", sostiene la entrenadora. El secreto: "Mucho esfuerzo, fuerza de voluntad y dedicación a una actividad cuyos entrenamientos son de tres días a la semana como mínimo".

Pero para que este proyecto siga creciendo, "necesitamos crecer desde la base", para ir formando nuevas sirenas más fuertes y con mejor técnica. Las puertas del Náutico están abiertas a todas aquellas niñas y niños enamorados de la sincronizada.