Ahora ya solo faltan dos pasos para la gloria. El Olivo cerró la primera eliminatoria del play-off de ascenso haciendo valer el factor campo. Y sufriendo. Vistos los angustiosos últimos minutos tras el pitido final, hasta sabe mejor flirtear con la debacle y salir indemne.

En realidad, parece el sino olívico esta campaña: el campeón sufrió porque no supo adueñarse del balón y además cuando las locales tuvieron la eliminatoria a favor y restaban escasos minutos, su portera decidió liarlo todo en una acción absurda, de las que se le vieron en su horrible inicio liguero. De una 'no oportunidad' de gol al empate, un paso. Suerte que el árbitro interpretó falta?

Cruces como este no entienden de justicia. El Olivo ya está en la segunda y definitiva eliminatoria de ascenso. El valor doble de los tantos a domicilio en caso de empate a goles en el cómputo de los dos partidos dio vida a las de Ferreiro, que en el cuarto minuto del encuentro tuvieron una ocasión por parte de Natalia, concluida inocentemente al disparar de forma mansa sobre la salida de Aco.

La jornada prometía. Llenazo, colorido en la grada, afición visitante para dar el contrapunto y? nada más. El miedo es libre y sin el control del cuero, un partido se convierte en otra cosa distinta al fútbol. Para colmo, las visitantes tenían una ocasión que Sara Tui salvaba con la meta local superada.

Solo a partir del minuto 20 las de Ferreiro empezaron a encontrarse a sí mismas. Bastó que Sara Tui recibiese dos balones para rasear y buscar a los extremos o para habilitar a Carol en velocidad. Fueron diez minutos nada más pero que demostraron que había opción. Un testarazo y tres disparos, el de Lore a la salida de un córner llevaba sello de gol, que daban a entender que las locales tomaban el mando. Después, tiempo de calma chicha hasta que en el 41 un irrelevante saque de banda mal defendido y el Femarguín metía miedo con un zurdazo de Brenda a la base del poste derecho. Descanso y 0-0. Por el momento, pasaban las canarias.

En la segunda parte, cambio de tornas. Carol, siempre veloz y guerrillera, pelea un balón en el área rival, entre indecisiones y despejes le cae el esférico a Sara Tui, que dispara colocado. Inapelable 1-0. La pelota llegó a la artista y el final de la acción no podía ser otro.

El rival ofrecía hasta el momento un fútbol directo, sin toque ni florituras, solo con mayor fuerza física. Y con eso se fue arriba como supo. Le salió parcialmente bien. Andrea Mirón evitaba el empate; una mano de Sheila también desesperaba a las visitantes. De repente, El Olivo iba por delante en la eliminatoria pero no mandaba en el partido. Tras muchos minutos de descontrol, de balón de un lado a otro, zapatazo visitante al larguero, que era lo difícil con el chut franco desde el área viguesa. Si alguien tenía dudas, el santo estaba de cara.

El conjunto grancanario efectuaba cambios y seguía buscando el empate. Lo tuvo de nuevo con acción que despejaba como podía Sheila para que Celia rematase dentro del área. Otro susto.

Hasta que llegó la jugada polémica. Balón sin dueño del once visitante hacia Sheila, Celia se acerca, se lo arrebata y marca sola. Euforia isleña, estupor vigués? y el colegiado, que señala falta sobre la portera. Ardió Troya. Protestas, expulsión de una jugadora y del técnico visitante? De una oportunidad inexistente, con falta o sin ella (los isleños dicen que no la hubo porque la portera viguesa no tenía el balón sujeto y el técnico local optó por no opinar sobre la decisión arbitral), El Olivo vivió en un minuto un buen puñado de segundos taquicárdicos.

Después, el Femarguín aún tendría una falta al borde del área para empatar, pero Celia chutaba raso a la barrera y Sara Tui despejaba.

Ahora, rival vasco, el Oiartzun, para el ascenso, con la ida el 7 en Euskadi y la vuelta el 14 de junio en Navia.