El canterano del Celta no deja de asombrar con sus actuaciones en la banda que teóricamente no le pertenece pero de la que se ha hecho dueño absoluto. Desde el comienzo del partido asumió antes que nadie que su papel en el Ciudad de Valencia era el de ejercer más de extremo que de defensa. Incansable su esfuerzo, su presencia en el campo contrario, su descaro e incluso su habilidad para combinar con sus compañeros o buscar soluciones en al área rival. Su madurez ya no es una casualidad, ni sus presencias en la selección española sub 21. Futbolista en evidente evolución, una de las grandes noticias del Celta en los últimos años.