El Olivo goleó al Villestro, que llegó a ser líder de la competición, se proclamó campeón matemático del grupo 1 de Segunda División un año más, jugará la fase de ascenso a la máxima categoría, de nuevo en formato de doble eliminatoria a ida y vuelta (17 y 24 de mayo la primera eliminatoria y 7 y 14 de junio la segunda) y ahora tendrá cinco jornadas ligueras para realizar pruebas a fin de obtener el mejor rendimiento de sus jugadoras.

Hasta ahí la historia oficial, que acabó en el Municipal Pahíño con celebración en mitad del campo, manteo del cuadro técnico y champán en medio de los aplausos de un público numeroso y entregado.

Con todo, la intrahistoria de esta temporada indica que las viguesas llevan ya dos meses de preparación de la fase, con rotaciones y trabajo a más largo plazo que el encuentro siguiente. Porque la victoria ante el Sárdoma (2-1) en enero relanzó a las locales reafirmándolas en el primer puesto al tiempo que todos sus oponentes se hundían. La liga se terminó ahí, en Navia, pues el fútbol dubitativo de noviembre dio paso a un equipo más seguro, menos dispuesto a permitir errores atrás. Así no extrañan las doce victorias en fila.

El partido ante el Villestro fue un ejemplo de esa filosofía. Con Carol definiendo arriba, el resto del equipo supo mimar el balón, hacerse con la posesión y crear oportunidades sobradas como para sumar su séptima "manita" de la temporada. Que las locales anoten cinco dianas no es ya noticia, por lo habitual del caso, pero sí los cuatro tantos de Carol.

La extremo reconvertida a delantero centro es el arma letal con la que El Olivo espera la fase de ascenso. Su endiablada velocidad le permite colocarse para marcar en segundo disparo (el 1-0), empujar el esférico en boca de gol (2-0), estar en el lugar exacto en el momento preciso (3-0) o inventarse una fantasía sobre la salida de la guardameta rival (4-0). Carol ha sido el factor diferenciador en su nueva ubicación y pasa por el momento perfecto de juego.

¿Y el partido? Bien, gracias. El líder es mucho líder. Tocó con criterio, supo aprovechar sus ocasiones y ahogó al rival con presión desde arriba. El 4-0, con robo de Carol, pugna con la central y balón largo picado ante una portera adelantada y en tierra de nadie fue el principal premio a la fe del equipo en la defensa desde el campo del contrario. De hecho, el cuadro santiagués pudo recibir más castigo. Ahora, cinco jornadas de trámite para las verdes, una más que la temporada pasada, cuando alcanzaron el título en la semana 22.