Berizzo estará algunos partidos sin sentarse en el banquillo del Celta. El entrenador argentino se enfrenta, en el mejor de los casos, a un sanción de dos encuentros de suspensión por su expulsión el pasado sábado, cuando entró en el terreno de juego durante el esperpéntico episodio protagonizado por el árbitro José Antonio Teixeira Vitienes y uno de sus auxiliares que, tras varios cambios de opinión, se saldó finalmente con falta a favor del Celta.

El Reglamento Disciplinario del al RFEF tipifica las protestas airadas por parte del técnico a una decisión arbitral con una sanción de entre dos y tres encuentros de suspensión, con el agravante que Berizzo no sólo las realizó fuera de su área técnica, sino entró en el terreno del juego hasta el área del equipo rival.

Teixeira Vitienes no hace referencia en el acta a sus sucesivos cambios de opinión sobre la jugada, aunque sí detalla los motivos de la expulsión de Berizzo. Concretamente señala: "En el minuto 85, el técnico Eduardo Berizzo fue expulsado por entrar al terreno de juego hasta la altura del área de penalti con el juego detenido protestando de forma ostensible una decisión mía".

A todo ello hay que añadir la posibilidad, más que previsible, de que el Comité de Competición aplique al entrenador celeste el agravante de reincidencia, pues no es la primera vez esta temporada que Berizzo resulta expulsado por una comportamiento similar.

De hecho, el entrenador argentino tiene todavía pendiente de cumplir en la Copa del Rey uno de los tres partidos de suspensión que le fueron impuestos -dos por protestar fuera de su área técnica y otro más por no retirarse del campo y seguir el partido desde la grada- en partido de vuelta de dieciseisavos de final de la competición que enfrentó en Balaídos el pasado mes de diciembre al Celta con la UD Las Palmas.