El Celta B se sacó un peso de encima con la victoria lograda en el campo de O Vao. Por un lado sumó tres puntos que le permiten ver más hacia arriba que hacia abajo y, por otro, rompió una racha de tres temporadas sin ser capaz de derrotar al Coruxo en partido oficial. Por su parte, el conjunto local perdió otra gran oportunidad para meterse en el grupo de cabeza, cerrando un pobre balance de uno de los últimos nueve puntos disputados.

Rafa Sáez y Javi López introdujeron novedades en el "once" inicial buscando sorprender al rival. Sáez, motivado por las ausencias, colocó a Jonathan Antúnez como hombre más adelantando, dejando a Rafa Mella en el banquillo y metiendo a Álex Fernández en la medular. Las novedades en el Celta B llegaron en la línea defensiva, al dejar a Samu en el banquillo y ocupar su puesto Crespo, que una semana antes había sido central en el Ferrol.

Los primeros minutos de juego no hacían presagiar un final como el acontecido. El Coruxo quiso ahogar al Celta B y por ello colocó la defensa en el centro del campo. Las dudas en defensa no tardaron demasiado tiempo en llegar, sobre todo por la banda derecha del ataque del equipo verde, que lograba meter balones al área con demasiada facilidad. El equipo entrenado por Javi López se defendía como podía, acumulando hombres en tareas defensivas, llegando a estar los once jugadores metidos en su área.

Pero el dominio no se transformó en jugadas de peligro, ya que el Coruxo se sigue perdiendo cada vez que llega a las inmediaciones del área rival. La falta de un hombre gol le está pasando factura, sumando ya trescientos sesenta minutos sin marcar.

Ofensivamente el Celta B no planteó excesivos problemas a la defensa del Coruxo, que conseguía robar el balón con excesiva facilidad cada vez que presionaba un poco. Los únicos acercamientos fueron en jugadas a balón parado o en saques de esquina, pero sin brillo.

Como todo derbi que se precie también hubo jugada polémica, y esta llegó pasada la media hora de juego, cuando Jonathan de Amo saca el balón del área con la mano. El colegiado interpretó que el acto había sido involuntario y ordenó continuar el juego a pesar de las protestas de los jugadores del Coruxo.

Técnicamente el partido no fue bueno en sus primeros cuarenta y cinco minutos de juego, finalizando el periodo con un potente disparo desde lejos de Moscardó que salió desviado de la portería defendida por Óscar Santiago.

Javi López, entrenador del Celta B, no perdió tiempo en hacer el primer cambio y en el descanso dejó en el vestuario al mexicano Javi Que y metió en su lugar a Omar. El cambio fue clave para el desarrollo del encuentro. El Celta B le imprimió un poco más de ritmo al comienzo del segundo periodo, y en la primera jugada del encuentro fue Borja Iglesias el que pudo adelantar al Celta B, pero Brais estuvo muy acertado enviando el balón a córner.

El partido se convirtió en un toma y daca. El sufrimiento de los aficionados de los primeros cuarenta y cinco minutos tocaba a su fin y se aventuraba una buena segunda parte, sobre todo cuando un jugador del Celta B sacó el balón bajo palos tras una jugada embarullada en el área. El filial comenzaba a dejarse ver en los dominios del Coruxo, y Jordan dispuso de una gran oportunidad que desperdició por tirarse, incomprensiblemente, en el área después de haber driblado al guardameta local.

El gol podía caer de cualquier lado, y llegó para los célticos cuando Borja Fernández disparó con fuerza desde la frontal un balón que trató de sacar la defensa del Coruxo. Un tanto que cayó como un jarro de agua fría para el equipo de Rafa Sáez, que pasó por momentos de apuros en los minutos finales, fuera de posición y sin la tensión necesaria. El técnico sacrificó a un central, Luciano, para reforzar la línea de creación con la entrada de Rafa Mella, pero lejos de lograr el resultado deseado llegó el segundo del Celta B con una contra desde la derecha de Jordan, que mete el balón al centro del área. Borja Iglesias deja pasar el esférico y Omar, viniendo desde atrás, sentencia el partido con el segundo tanto de la tarde.

Quedaban poco más de veinte minutos para la conclusión del encuentro, pero lo dos goles le dieron seguridad a un Celta B que mejoró un poco en defensa. El Coruxo se volcó buscando un tanto que le permitiera meterse en el partido para tener opciones en los minutos finales, pero el Celta B supo jugar esos minutos, consiguiendo salir a la contra. Los intentos del Coruxo por acercarse a las inmediaciones de Óscar Santiago no dieron los frutos apetecidos, y lo más peligroso fue un fuerte disparo desde la izquierda de Aitor Aspas que atrapó sin demasiados problemas el guardameta céltico.

A medida que se acercaba el final del encuentro los jugadores del Coruxo entraron en una desesperación que provocó que perdieran el balón con excesiva facilidad, con lo que los jugadores del Celta B no tuvieron excesivos problemas para defenderse y sumar tres importantes puntos que le permiten marcharse de vacaciones con tranquilidad y ver el futuro con más optimismo. Todo lo contrario del Coruxo, que aprovechará estos días para buscar un delantero en el mercado.