El bucle continúa. El Celta despide un año ilusionante con un desenlace agridulce. El conjunto vigués, que iniciaba noviembre compitiendo por Europa, se desintegró tras la hazaña en el Camp Nou. Desde entonces, seis jornadas sin saborear la victoria y sin perforar el marco contrario.

El encuentro ante la UD Almería se afrontaba como la ocasión perfecta para poner fin a esa dinámica negativa de resultados. Los andaluces llegaban ´tocados´, con relevo en el banquillo y todavía asimilando los conceptos de Juan Ignacio Martínez, un técnico que no se le daba nada bien el Celta.

Berizzo realizó los cambios anunciados. Recuperó a Cabral para el eje de una defensa que quizás eche en falta la profundidad que aporta Carles Planas en ataque. En la medular, Augusto Fernández formaba la sala de máquinas junto a los indiscutibles Radoja y Krohn-Dehli. La sorpresa volvía a estar en la retaguardia. Charles era el "nueve" elegido para poner fin a la sequía goleadora del Celta en detrimento de un Larrivey que recuperó el olfato de "killer" en la cita copera frente a la UD Las Palmas.

El choque comenzó bien para los intereses locales. El equipo de Berizzo iniciaba el duelo intenso, con hambre. Recordaba al del arranque de campeonato. Orellana dispuso de la primera ocasión clara, pero el internacional chileno no estuvo acertado a la hora de ejecutar la volea. Los fantasmas sobrevolaron pronto Balaídos. Un error en la cesión de Fontás hacia Sergio lo aprovechó Hemed. Un ligero toque de balón le bastó al israelí para abrir el marcador y poner el partido en el mismo guión que en las últimas seis jornadas.

La ansiedad y la desesperación se fueron apoderando del Celta a medida que transcurría el reloj. El Almería, especialista a la contra, estaba cómodo con una gran disposición táctica. El conjunto vigués seguía sin ideas. Optaba por la misma solución de este fatídico mes y medio, la vía aérea. Se sucedían los centros al área. Sólo Cabral, a balón parado, obligó a Julián Cuesta a hacer una intervención de mérito en los primeros 45 minutos.

El partido se iba al descanso con una sensación de ´déja vu´ preocupante. La historia sonaba. La rutina de chocar contra el mismo muro semana sí y semana también se observaba tanto en el terreno de juego como en la grada. Tras la reanudación el guión fue muy parecido. El choque cambió con los cambios. Berizzo optó por arriesgar. Retiró a Radoja y dio entrada a Álex López. La sala de máquinas ya tenía a Krohn-Dehli al mando de las operaciones. El Celta creaba peligro por dentro, con pases interiores, pero a Charles le solían faltar siempre los centímetros decisivos para cazar las asistencias de sus compañeros.

Con Nolito el Celta dio un paso más al frente. El gaditano, que llegó entre algodones al choque, comenzó a asociarse con Orellana. Llegaron los mejores minutos de un equipo que tuvo sus acciones más claras para, por lo menos, arañar un empate. Primero el internacional chileno enviaba al larguero un lanzamiento de falta. Acto seguido, un remate de Krohn-Dehli se iba lamiendo el poste de la meta de Julián Cuesta.

La maldición goleadora añadiría un capítulo más superada la media hora del segundo acto. Jonathan Zongo derribaba a Orellana en el área visitante. Gil Manzano señalaba el punto de penalti. Nolito tiraba de galones. El remate del gaditano se encontraba con una buena intervención de Julián Cuesta. El Celta desperdiciaba la ocasión más clara, la clave perfecta para romper una sequía goleadora histórica que alcanza ya los 576 minutos sin marcar.

El fútbol es un deporte sencillo. Con unas reglas simples. Sin gol es imposible ganar. Y ese ha sido el principal mal del Celta en esta recta final de un 2014 en el que ha logrado afianzarse como el mejor equipo de Galicia y situarse entre los diez mejores de España. El cuadro celeste se va al parón con esa sensación agridulce de un arranque de campeonato notable empañado por los resultados del último mes y medio.

Ficha técnica:

Celta: Sergio; Hugo Mallo, Cabral, Fontás, Jonny; Radoja (Álex López, 53´), Krohn-Dehli, Augusto Fernández; Orellana, Santi Mina (Nolito, 66´) y Charles (Larrivey, 81´).

Almería: Julián Cuesta; Ximo Navarro, Fran Vélez, Trujillo, Dubarbier; Verza, Corona, Thomas; Jonathan (Thievy, 75´), Edgar (Dos Santos, 84´) y Hemed.

Gol: 0-1: Hemed (16´).

Árbitro: Gil Manzano (comité extremeño). Mostró tarjeta amarilla por parte del Celta a Augusto Fernández, Charles, Santi Mina, Fontás, Orellana y Nolito mientras que por parte del Almería vieron cartulina amarilla Ximo Navarro, Hemed, Julián Cuesta y Dubarbier.