Eduaro Berizzo no puso resparos a la victoria del Real Madrid, aunque se quejó de que el primer gol blanco llegó gracias a un penalti injusto y recalcó que la gran diferencia entre uno y otro equipo fue la falta de profundidad de su equipo durante la primera parte. El técncio céltico consideró de este modo que el castigo recibido fue excesivo y no hizo justicia a los méritos contraídos por su equipo sobre el terreno de juego.

El entrenador del Celta explicó que la diferencia entre su equipo y el Real Madrid fue la falta de "profundidad" en la primera mitad, en la ha considerado que la señalización del penalti "desestabiliza" el partido, una acción sobre la que sus jugadores le han trasmitido "que no fue", aunque consideró que la victoria blanca "es justa" apuntando que recibieron "más castigo" del habitual.

"El resultado no sé si era para tres goles pero el Madrid encuentra situaciones de gol muy fácilmente. El primer gol desestabiliza el partido, lo pone del lado del Real Madrid, y en dos pérdidas sentencia el partido. Sabíamos de la contundencia de perder ese tipo de balones y esas dos pérdidas nos hacen recibir más castigo, pero la victoria del Madrid es justa", resumió Berizzo sobre el encuentro.

Del mismo modo, el técnico argentino negó haber visto la jugada del penalti, aunque añadió que sus jugadores "dicen que no lo fue", y sentenció que no quería pronunciarse sobre "los errores del árbitro", después de haber resaltado la importancia de dicha acción en el devenir del encuentro.

"Ofensivamente me dio la sensación de que nos faltó profundidad, sobre todo en la primera parte, cuando el balón circuló a nuestro favor. Luego el Madrid necesitó muy poco en la segunda. El primer gol cambia el trámite, cuando habíamos sido un equipo que recupera muy bien, con solidez pero sin profundidad, adueñándonos del partido", expresó.

El preparador celeste avanzó, por otra parte, que en un primer momento, el percance sufrido por Gustavo Cabral "no parece una lesión de gravedad", aunque esperarán al examen médico por si el diagnóstico es más grave, aunque resaltó que "parece solo una torcedura". También admitió que el chileno Fabián Orellana "jugó infiltrado", por lo que le "faltó peso ofensivo", aunque destacó que le gustó su actuación por su "solidez".