El Deportivo de A Coruña alertó a la Policía de que "al menos" un bus de Riazor Blues viajaba a Madrid, según han confirmado a Europa Press fuentes del club, coincidiendo con el partido que enfrentaba al equipo coruñés con el del Atlético de Madrid y en el que después de una pelea entre ultras fallecía uno de los miembros del grupo radical coruñés.

Desde el club, cuyos jugadores han hecho un parón durante el entrenamiento en Abegondo, han vuelto a reiterar su condena a este tipo de actos y han lamentado también la muerte de una persona. Además, han confirmado que el director de Seguridad del Deportivo alertó a la Policía de que "al menos" un autobús de los Riazor Blues, peña al que pertenecía el fallecido, viajaba a Madrid. Desde el club han rechazado que se les vendiese las entradas, pero han precisado que, al tener conocimiento de que se desplazarían a la capital española, avisaron a la Policía.

Preguntados sobre si el club prepara algún acto o adoptará alguna decisión tras lo acontecido este domingo, han manifestado que esta cuestión se analizará "cuando se reúna el consejo de administración". Esta reunión se producirá, no obstante, "en cuanto sea posible", teniendo en cuenta, además, según han precisado, que este miércoles el Deportivo juega en la ciudad herculina contra el Málaga.

"Hermetismo"

Los locales próximos al Estadio de Riazor, donde se suelen reunir los Riazor Blues, permanecían cerrados este lunes y en los que estaban abiertos, los clientes evitaban hacer declaraciones. "Ya bastante tenemos", ha asegurado una de las personas que se encontraba en uno de ellos. "Que hable la Policía", ha apostillado.

Este mismo hermetismo se vivía en la zona donde residía el fallecido, en el centro de la ciudad, próxima a la plaza de María Pita. Algunos vecinos aseguraban que solo veían a la víctima por la calle, a veces con su hijo de 4 años -fruto de su segunda pareja- en una plaza próxima, pero que no llegaron a hablar nunca con él.

Otros, por el contrario, lo han calificado como una persona "conflictiva". "Le gustaba la bronca", ha señalado una de las pocas residentes en la zona que ha querido hacer declaraciones y que, incluso, ha asegurado que llegó a sufrir "agresiones verbales" por parte del fallecido.