La plantilla del Mosteiro Bembrive saltó a la cancha de As Travesas con la piel de gallina para medirse al FC Barcelona en la ronda de octavos de final de la Copa del Rey. "Estamos contentísimos. Nunca había pasado que el pabellón se llenara para ver un partido de fútbol sala en Vigo, y sobre todo para ver a un equipo de Vigo, y además, ante el mejor equipo del mundo. Es algo impresionante. Llevo 25 años jugando y nunca me había sentido como cuando salimos a calentar, o como cuando llegamos en el autobús al pabellón. Recibimos un cariño de todo el mundo increíble", dice el capitán Ges. "Nunca había visto el pabellón tan lleno ni para el Día del Patín", bromeaba impresionado incluso por las bufandas con el escudo del Bembrive confeccionadas para la ocasión.
Por su parte, Borrajo, el otro veterano de una plantilla joven (la media de edad es de 24 años) confesó sentirse "como un futbolista de verdad" cuando oía desde la grada cómo vitoreaban su nombre. "Llegamos a firmar autógrafos y todo, fue la leche", decía ayer. "Valió la pena, pese al resultado. Era algo que entraba dentro de lo esperado, por lo menos yo contemplaba esa posibilidad. Es cierto que nos hubiese gustado que la diferencia de goles no fuese tanta, pero bueno, al final el resultado es lo de menos", prosigue. Ges opina igual que su compañero, aunque él no se esperaba tal lluvia de goles. "En mis planes no entraba tal resultado. Sabíamos que había esa posibilidad, pero estábamos seguros de que saldríamos a competir. Sin embargo, en la primera parte no estuvimos del todo bien. De hecho ellos tuvieron siete faltas, nosotros ninguna, y eso ya dice quién compitió más en la primera parte". El ala del Mosteiro indica pese a todo que "para nosotros que el Barcelona, el mejor equipo del mundo, salga a competir y a tomárselo totalmente en serio en nuestra pista, es un premio ya. Es un respeto que nos hemos ganado, pero un 2-12 deja mal sabor de boca".
Borrajo, con experiencia ya en División de Honor, sabía que "se nos iba a hacer larguísimo, lo sabía. Y jugar con este resultado en contra es muy complicado. No pasa el tiempo, el partido no se acaba y tienes que intentar mantener el ánimo. Yo les decía todo el rato que estuvieran tranquilos, porque si bajábamos la cabeza iba a ser un desastre. Por lo menos que el público se divirtiera y que metiéramos algún gol". "Se pudo meter alguno más", se lamenta. "Tuvimos dos dobles-penaltis por acumulación de faltas a nuestro favor y se pudo haber metido alguno más". Para Borrajo, "estos partidos también nos sirven para que los más jóvenes pierdan el miedo y el respeto a jugar contra equipos más grandes. La próxima vez que juguemos contra un equipo de Primera, lo haremos mejor", anuncia. Ges, por su parte, asegura que "si nos vuelven a tocar el año que vienen no nos meten más de seis".
