El presidente del Celta, Carlos Mouriño, ha adquirido el paquete accional de Abanca por 5,5 millones de euros. Era lo que la entidad financiera le exigía para cancelar un crédito participativo en condiciones ventajosas para el club vigués. Mouriño, que poseía el 27% de las acciones del club, pasa así a controlar el 51,29%. Entre acciones, préstamos y otras operaciones, Mouriño ha invertido más de 20 millones de euros en el Celta desde que asumió la presidencia en 2006.

Esta modificación accionarial será una de las novedades que el consejo de administración presentará a la asamblea general ordinaria del próximo 2 de diciembre. Una asamblea en la que se aprobarán las cuentas del pasado ejercicio, con un beneficio después de impuestos de 5,2 millones, y el presupuesto de la temporada en curso, que será de 30,3 millones con la previsión de un beneficio de 3,6.

La operación de compra de las acciones de Abanca se origina, según fuentes del club, en la intención del Celta de cancelar un crédito participativo de 3 millones que existía con la entidad financiera, y al que había que dedicar el 20% de cada traspaso de jugadores. La directiva celeste ofreció pagar un millón al contado, otros 300.000 euros en seis plazos mensuales y canjear el resto por un acuerdo de publicidad -al que obedece el logo de Abanca en el pantalón del primer equipo- durante tres años en Primera, más extenso en caso de descenso a Segunda.

Abanca aceptó, pero a cambio de deshacerse de las acciones en las que, siendo entonces Caixanova, convirtió parte de su deuda durante el proceso concursal. Acciones que además Mouriño debería comprar al precio original de 60 euros por acción, cuando el valor nominal de los títulos celestes es de 10 euros tras la operación acordeón que implicó una reducción de capital.

Carlos Mouriño ha acometido la operación. Adquirir ese 24,21% del capital social del club le cuesta 5,5 millones de euros, más que el valor nominal de todas las acciones del Celta (el capital social total, compuesto por 377.021 acciones, es de 3.770.210 euros). El presidente se involucra aún más en el club a nivel financiero. A lo que ha invertido en acciones se une el crédito de 8,1 millones que concedió a la entidad a través de sus empresas Grupo Corporativo GES (3,4) y Grupo Energético del Sureste (4,6). A cambio, obtiene un control absoluto sobre el destino del Celta. Play Internacional BV, formado mayormente por jugadores como Placente que también convirtieron deuda en acciones, queda ahora como segundo máximo accionista con el 8,8%.

Una de las consecuencias de esta operación es que el Celta, compromisos comerciales aparte, ya no tiene deudas con ningún banco.

En Praza de España consideran perfectamente ajustado a la legalidad la adquisición de las acciones de Abanca. Que al facilitar la compra de deuda concursal por valor de 1,4 millones -la valoración del acuerdo publicitario-, contribuye a mejorar los beneficios del ejercicio anterior. El Celta había elaborado un presupuesto para la campaña 2013-2014 con una cifra de negocios de 29,8 millones y un beneficio de 2,4; al final, la cifra de negocios se situó en los 31,1 millones y los beneficios, en 5,2.

Las cuentas de la pasada campaña son "muy positivas", según fuentes del club. El Celta ingresó más de lo previsto en abonos y venta en tiendas, entre otros conceptos. Al clasificarse dos equipos españoles para la final de la Liga de Campeones, el Celta, como los demás clubes de la Liga, recibieron 429.000 euros de la UEFA.

Es cierto que en cuanto a gastos, se dedicó 1,3 millones a indemnización, cuando no hubo despidos. Pero en este concepto se incluyen ahora la parte de ficha que se le pagó a futbolistas cedidos (Túñez, Bustos, Jota, Llorca...) y lo pactado en rescisiones de contrato (Toni, Bustos, David Rodríguez o Bellvís). Como gasto excepcional figura una sentencia de la UEFA, con reconocimiento de deuda, por importe de 74.200 euros.

El Celta sigue cumpliendo de forma escrupulosa su plan de viabilidad, efectuando los pagos en el mejor de los escenarios previstos. El club, que entró en proceso concursal en 2008 con 67,5 millones de euros de deuda, la ha reducido en el último año de 12 a 8,8 millones. El objetivo es haberla reducirla en otros 4,5 millones cuando se cierren las cuentas en el próximo mes de junio y alcanzar el horizonte de la deuda cero en el verano de 2016. Pasos que incluso podrían acelerarse si se producen traspasos, ya que el convenio contempla que un porcentaje de cada venta se dedique a la reducción de deuda. El retrato general de las finanzas célticas reafirma su buen estado de salud, situando a la entidad olívica entre las más saneadas del fútbol profesional español.

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