El Sárdoma va como un tiro. En la mañana de ayer derrotó al Erizana en el Aral con dos latigazos al inicio de cada mitad. Los goles de Joana Montouto e Irina certificaron la superioridad de las viguesas sobre el césped de Baiona y aúpan al conjunto blanquiazul a lo más alto de la clasificación. El Erizana, por su parte, pagó un alto precio por sus errores defensivos y suma su segunda derrota consecutiva.
Las pupilas de Toni Pazo encontraron muy pronto la vía para hacerle daño a las baionesas. Presionaban muy arriba los saques de Ardi y ahogaban a las locales en su propio campo. El primer gol no tardó en llegar. El Sárdoma recuperó un balón cerca del área contraria, circunstancia que aprovechó Joana para batir a su excompañera Ardi con una bonita vaselina. La ventaja pudo agrandarse durante los siguientes minutos de no ser por la falta de puntería de Nati.
A pesar del vendaval, el Erizana consiguió reaccionar antes del descanso. Primero con un remate a bocajarro desde el área pequeña que atajó Anita. Luego fue Pichel la que cruzó el balón en exceso y finalmente Chama volvió a probar los reflejos de la portera visitante.
Pero la mejoría del Erizana duró lo que tardó la colegiada en señalar el descanso. Nada más salir del vestuario el Sárdoma sentenció el partido. Tamy sacó petróleo de un pelotazo a la banda izquierda. La extremo viguesa luchó contra dos defensas por un balón perdido y logró poner un centro raso al corazón del área que Irina remató de forma certera a la red. Nati todavía pudo hacer más sangre, pero se encontró con el palo y con Ardi.
El cuadro dirigido por Óliver Fernández no conseguía hacerse notar en el centro del campo y solo generaba peligro cuando el balón le llegaba a Tania. La buena actuación de la delantera local, muy desasistida por sus compañeras, fue la nota positiva del conjunto baionés. Fue ella quien tuvo en sus botas la oportunidad de recortar distancias en los minutos finales tras controlar en el punto de penalti un envío a balón parado, pero Anita estuvo fina para mantener su portería a cero.
