Berasategui llega a Vigo el día en que se conoce la renuncia de Carles Moyá a la capitanía del equipo de Copa Davis tras el descenso vivido en Brasil. España comenzará como visitante contra el ganador del cruce entre Rusia y Dinamarca su lucha por regresar en 2015 al Grupo Mundial.

- Promociona la prueba viguesa del Mutua Madrid Open sub 16. Y usted fue un joven que ganó en el Club de Campo.

- Lo recuerdo. Creo que fue en el año 91. Antiguamente se llamaban satélites, actualmente futures. Estos torneos son la antesala del profesionalismo, los que te dan los primeros puntos para ir escalando en el ranking y jugar challengers. Guardo muy buen recuerdo. Vigo fue uno de los primeros torneos que gané. Galicia es una tierra que se me ha dado muy bien, no sé si por la similitud del clima con el País Vasco. Aquí conseguí ganar el Campeonato de España absoluto, el Campeonato de España infantil?

- Formó usted parte de aquel boom de los noventa.

- Santana es el pionero del tenis español. De mi época lo fue más quizás Emilio Sánchez, al que admirábamos los más pequeños. A raíz de Emilio empezamos a salir otros jugadores: Bruguera, yo, Corretja y Costa ya más jóvenes, y después Moyá, Ferrero y el colofón de Rafa Nadal, que ha sido el súmmun del tenis.

- La referencia al Roland Garros de 1994 resulta inevitable. ¿Le ha dado muchas vueltas a aquella final perdida?

- Muchas veces. Siempre recuerdo que me pilló un poco joven. Llegué con 21 años. En el tenis de hoy en día, curiosamente, se ve que los jugadores empiezan a salir y desarrollarse un poquito más tarde, con 22 o 23 años, salvo casos excepcionales como el de Rafa. Hombre, doy gracias a Dios por haber llegado a la final de un grand slam. Pero si me hubiera pillado con un poco más de experiencia, quizás hubieran cambiado las cosas. Nunca se puede decir. Estoy contento con la carrera que hice. Y contento de haber llegado a aquella final con Bruguera, la primera española en Roland Garros. Es el torneo y la final que siempre tendré en mi memoria.

- Había que tener mucho talento para competir cuando uno no llega al 1.80. Usted, Chang? Ya no se ve tanto este tipo de tenistas.

- Cada vez menos. Hoy se estila más un tenis de fuerza, de mucha potencia. Pero tenemos el caso de David Ferrer, que mide un par de centímetros más que yo. Y ahí está, el año pasado tercero del mundo. Si yo llegué, si David llega, si jugadores de nuestra estatura llegan, es porque el tenis no está hecho para gigantes. A los más jóvenes no se les tiene que pasar por la cabeza que no llegarán a ser tenistas por culpa de la estatura.

- Aquel agarre suyo tan especial de la raqueta no se ha vuelto a ver.

- Se ven empuñaduras parecidas, alguna derecha. Mi peculiaridad era que yo golpeaba con la misma empuñadura tanto el revés como la derecha y encima con la misma cara de la raqueta. Eso sí que nunca se ha visto. No sé si era un defecto de infancia o no. El caso es que en su época me resultó. Gracias a Dios que no me lo cambiaron.

- ¿Cuál es su diagnóstico del tenis español tras el descenso en la Copa Davis?

- El balance es bueno. Tenemos tenistas de sobra para recuperar la categoría. Ha sido un batacazo pero le ha pasado a otros países y ahora a nosotros. Hay que pensar en no bajar la cabeza y recuperar la categoría lo antes posible. E intentar, con el capitán que venga, que los mejores jugadores puedan disputar la Copa Davis y optar otra vez a la ensaladera. En cualquier caso, el tenis español goza de buena salud. ¿Que por detrás de Rafa vengan jugadores como él? Difícil. Es un caso único. Ojalá que me equivoque, pero es difícil que volvamos a ver un Rafa en nuestro país en muchos años. Pero tenemos jugadores que pueden escribir páginas muy bonitas del tenis en nuestro país.

- Moyá renuncia a seguir como capitán. Han pasado por el puesto Corretja o Costa. ¿Se ve en el cargo?

- ¿Por qué no? A todos nos hace ilusión pasar por la capitanía. Al final es una decisión de la Federación, de los jugadores, que también deben dar su valoración? Ellos tienen mucho que decir. Son los que tienen que sacar las castañas del fuego. El tenis, ya se sabe, es un deporte individual. Cada jugador tiene su propio entrenador a lo largo del año. Desde la capitanía hay que fomentar la unidad y realizar un seguimiento para que lleguen los resultados y se pueda ganar otra vez la ensaladera. Pero no hace falta ser un exjugador para ser capitán y ni siquiera un gran entrenador. La clave es consultar a los jugadores, realizar un valoración sobre un elenco de candidatos y elegir a aquel con el que se sientan más a gusto. Se necesita una reunión global. Y que el capitán, a partir de entonces, tenga plena capacidad de decisión y continuidad. No se puede prescindir de él a las primeras de cambio.

- ¿Usted entiende que algunos jugadores renunciasen a ir a Brasil por priorizar su calendario?

- Lo entiendo. Y ha pasado siempre. Sí que estoy con unas declaraciones de Toni Nadal, que decía que algunos jugadores han estado becados por la Federación Española o han obtenido muchas ayudas de las federaciones autonómicas. Estos jugadores quizás tendrían que tener un poco más de implicación con las federaciones que les han ayudado a ser profesionales. Más allá de eso, el propio formato de la Copa Davis tendría que cambiar. Se juega cada año y desde que yo jugaba, y antes, hemos visto cómo grandes jugadores renunciaban a disputar la Copa Davis. El calendario está muy apretado, los jugadores priorizan el ranking y también es verdad que en este país se han ganado cinco ensaladeras en muy poco tiempo. La ITF se tendría que plantear igual hacerla cada dos años o buscar otras soluciones que permitan involucrar a los mejores tenistas en una competición que lo merece, de las más bonitas.

- Óscar Burrieza fue el primer gran especialista en hierba español. Lourdes Domínguez se maneja bien en la WTA. No hay muchos más casos. ¿Por qué Galicia no produce más jugadores de nivel? Pasa en su Euskadi. ¿El clima?

- Lo achaco a falta de afición. Quizás el tenis no tiene la misma afición que otros deportes. En el caso del País Vasco, el fútbol, el ciclismo, el baloncesto? Al final salen buenos jugadores y hay buenos entrenadores en todas las regiones.El campeón de España infantil es gallego. Pero necesitas otros jugadores de tu nivel o mejores que tú para poder entrenar. Es cuando progresas. Para encontrar eso, Cataluña era un sitio clave desde hace años. Hoy hay más: Valencia, Alicante, Mallorca? Pero hay comunidades como Galicia, País Vasco o Asturias, en las que hay chavales buenos. Al llegar a cierto nivel tienden a irse fuera. Necesitan a otros mejores que ellos y eso a día de hoy, desgraciadamente, se encuentra en otras comunidades.