- Quedan unas horas para el cierre del mercado, ¿preocupa que pueda salir de forma inesperada algún jugador importante?

- Creemos que no va a haber movimientos en la plantilla del Celta. Tenemos bastante seguridad y ojalá sea así porque nos quedaríamos sin margen de maniobra.

- ¿No hay un plan B para sustituir a jugadores como Nolito u Orellana si se paga su cláusula?

- Normalmente tenemos todo estudiado pero es un plan B que tendríamos que activar sobre la marcha porque no pensamos que vaya a pasar nada de esto.

- Viendo cómo está jugando el equipo, el empate de Córdoba no ha frenado la euforia que se ha instalado en la afición.

- Yo creo que la euforia la tenemos que frenar nosotros mismos. El año pasado, en cuanto teníamos momentos de euforia, el partido se nos venía abajo por algún motivo. Debemos ilusionarnos con el equipo, que está jugando bien, pero hay que controlar la euforia porque nos puede sacar de la realidad.

- La impresión general, sin embargo, es que el equipo ha dado un paso adelante con respecto a la pasada temporada. Mantiene el bloque y el estilo del año pasado, cuenta con un año más de experiencia y se ha reforzado bien.

- Claro, lo principal para nosotros era mantener el bloque, decirle a la afición: vosotros habéis estado con nosotros sufriendo todos estos años, a ver si esta temporada, entre todos, podemos mejorar y conseguimos un equipo que haga disfrutar. Hemos programado el trabajo para darle más fondo de armario al grupo con la llegada de esos cinco jugadores que hemos fichado. Al míster le va a costar más decidir esta temporada quienes van a ser los titulares. Hay más competencia y, por tanto, mejor equipo.

- Lo cierto es que desde la etapa de Eusebio el equipo ha crecido cada año.

- Nosotros, desde los despachos, hemos procurado definir una filosofía de equipo. Y hemos trabajado constantemente en ello porque las líneas eran muy marcadas y no queríamos ninguna ruptura con el cambio de mentalidad de los entrenadores, aunque cada uno tuviese sus ideas. Siempre hemos reconocido la labor de Eusebio, de Paco, no digamos de Luis Enrique, pero le hemos dado continuidad a una idea de juego y poco a poco lo vamos consiguiendo. Pero no ha sido mérito nuestro, sino de los jugadores y de los técnicos. Queríamos que el Celta jugase de una forma y hemos pensado en quién podía llevarlo a cabo.

- Se le preguntaba por la renovación a Álex López y él decía que hay otras prioridades y citaba a Krohn-Dehli. Parece que son los propios jugadores los que quieren darle continuidad a este bloque.

- Para darle estabilidad al equipo han sido muy importantes las renovaciones que estamos haciendo. Precisamente el jugador percibe que no está aquí de paso, que somos un club que tiene metas y las quiere aprovechar. Esto da mucha seguridad al equipo y nos ayuda mucho cada vez que tenemos que sentarnos a negociar.

- ¿Después de tantas estrecheces económicas ha sido difícil rechazar 38 millones en ventas?

- Son dos cosas diferentes. Para nosotros ha sido fácil porque ya nos habíamos planteado que si no se pagaban las cláusulas de aquí no se iba nadie. Pero, lógicamente, los jugadores han tenido que hacer un gran esfuerzo para apoyar la idea de la directiva. El esfuerzo ha sido de ellos.

- Pero ha habido que convencerles, en algunos casos cobrando menos dinero.

- Sí pero ellos fueron los que decidieron quedarse. Si un jugador quiere irse, al final se va. Y hay que reconocer que todos los jugadores han puesto mucho de su parte para que estas renovaciones hayan sido posibles.

- La excepción ha sido Jota, un chico de la casa con el que no fue posible llegar a un acuerdo.

- Efectivamente, Jota es un jugador de nuestra cantera, un magnífico jugador pero a veces las cosas son difíciles de cuadrar. Y cuando esto pasa, no hay mucho que hacer. Nosotros tenemos clara la idea, pero si no tenemos la complicidad del jugador no podemos llevarla a la práctica. En este caso no hubo más remedio que venderlo.

- Llama la atención que jugadores con experiencia y caché, como Nolito, apuesten por seguir en el Celta y un chico de la casa prefiera jugar en un equipo inglés de Segunda División.

- Bueno, eso son juicios de valor en los que no voy a entrar. Nosotros quisimos retenerlo. Él tenía una parte que quería quedarse pero al final no pudo ser.

- En el caso de Yoel, ¿fue dolorosa la venta o se valoró que hubiese este especie de cuello de botella en la portería que aconsejaba su traspaso?

- Todo tiene una base, que es el entendimiento. Yoel es un jugador nuestro y lo seguirá siendo pero cuando no puedes llegar a un acuerdo y tienes el puesto cubierto hay que ser pragmáticos.

- El club estaba ilusionado con el regreso de Iago Aspas, ¿se ha sentido decepcionado personalmente con él cuando firmó por el Sevilla?

- No, Iago se ha ganado un lugar muy importante en el Celta y lo va a seguir teniendo. Nos gustaría poder reunir a algunos de nuestros canteranos que están triunfando fuera y que tuvimos la necesidad de vender. Sería la culminación de nuestro proyecto de cantera. Pero no es sólo el caso de Iago. Hay una serie de jugadores, como Denis o Joselu, que tuvimos que vender y que nos encantaría que regresaran.

- No sé si económicamente están ya fuera de precio.

- Estaremos a la expectativa de lo que suceda en el mercado. Nos hemos marcado un proyecto económico a dos años y, a partir de ahí, cuando el club esté saneado, podremos estudiar, seguramente no traer a los tres, pero sí pelear por que alguno vuelva.

- Luis Enrique dio un gran respaldo a la cantera apostando por chicos como Mina o David Costas, ¿le preocupa que su protagonismo disminuya con Berizzo?

- Podríamos pensar que la cantera tuviese menos peso si disminuyésemos el número de canteranos en el primer equipo y esto no ha sucedido. Mantenemos los mismos jugadores y esto significa que el Celta sigue apostando por la cantera. Lógicamente, en el campo no vamos a influir, son ellos los que tienen que ganarse el puesto. Eso es cosa del míster. Me preocuparía si de los 20 o 22 jugadores del primer equipo, la mitad no fuese de la cantera. Nosotros les damos la oportunidad de que crezcan pero el puesto se lo tienen que ganar ellos.

- ¿Y no ha habido con la llegada de Berizzo una cierta querencia o desplazamiento hacia el mercado sudamericano?

- Bueno, no fuimos a este mercado por que estuviese Berizzo. Trabajamos con mucha anticipación. Ya estamos trabajando en el equipo del año que viene y no sabemos si Berizzo va a estar, a pesar de que tiene firmados dos años. Cuando todo está ya muy trabajado y trillado se pasa al entrenador una terna de dos o tres jugadores. Él da su opinión pero no es determinante. Hacemos plantillas cortas para tirar del filial en caso de necesidad.

- Para ello necesita una cantera que genere futbolistas capacitados para jugar en Primera División.

- Y esto ha sido lo bueno de estos años: la cantidad de jugadores que está generando la cantera del Celta. Se nos van algunos pero inmediatamente suben otros. No los suplimos con gente de fuera, sino con nuestra propia gente.

- Y en este proceso, ¿hasta qué punto es importante la culminación de la ciudad deportiva?

- Es básico profesionalizar nuestras fuerzas básicas, con entrenadores a sueldo completo. Estamos creando un equipo que juegue alegre, combinativo y vertical en todas las categorías, con los matices de cada entrenador. Y para esto necesitamos una ciudad deportiva.

-¿Cuándo espera verla funcionando?

- Lo único que podemos hacer y hacemos es estar todos los días preocupados con esto, solo falta que nos pongan una habitación en el Ayuntamiento. Sabemos que avanza, lógicamente no al ritmo que nos gustaría, pero avanza y esto nos hace ser optimistas.

- Pero no se puede hablar aún de plazos concretos.

- Todavía no.

- En el caso de Balaídos, en la calle se percibe cierto pesimismo en que el Concello y la Diputación se pongan de acuerdo para llevar a efecto la remodelación del estadio.

- Nosotros tenemos que estar muy agradecidos a todos. El Concello está apoyando y es su proyecto. Tenemos que estarle muy agradecidos, pero no dejamos de estarle también agradecidos a la Diputación, si aporta el dinero que dice que va a aportar. Nosotros no entramos en ninguna batalla política. Estamos agradecidos a todos y convencidos de que el proyecto de Balaídos ya no tiene marcha atrás. Puede que en la calle se perciba una batalla política que ponga en peligro el proyecto, pero nosotros no la vemos. No vemos a la Diputación diciendo queremos poner dinero y el alcalde diciendo que no lo quiere recibir y, a estas alturas, tampoco vemos a la Diputación diciendo "como no me gusta esta puerta no entro en el proyecto". El proyecto es sólido y va adelante.

- ¿No le inquieta que solo se haya aprobado en los presupuestos un millón y medio y que en pocos meses haya elecciones ?

- Balaídos es un proyecto de ciudad y así lo sentimos. No es un proyecto del Celta. Se trata de una remodelación integral de toda la zona, con un aparcamiento para dar servicios a los vecinos y a Citroën y, por supuesto, al Celta. Es un proyecto de ciudad y no debería de haber problemas para sacarlo adelante.

- ¿Se ha planteado sentarse en una misma mesa con el alcalde y el presidente de la Diputación para limar las diferencias?

- En nuestro 90 aniversario lanzamos por primera vez la idea de que íbamos a pelear por la remodelación del estadio. Y cuando lanzamos una idea es porque la hemos trabajando y vemos que existe una posibilidad real. Hoy sale en todas partes que el proyecto es imparable. Salen todos los detalles del proyecto y sale el presupuesto, que era lo que la Diputación exigía y con razón. Ya ha salido el presupuesto base, que no es todavía el definitivo, pero ya está ahí que es lo que la Diputación pedía, y ahora será más fácil que sentarnos y ver con cuánto podemos contribuir cada uno. Todos estos pasos hubo que darlos. Ha habido dificultades pero ya estamos ahí.

- Concello y Diputación se han pronunciado, pero la Xunta aún no ha dicho nada.

- Efectivamente, la Xunta sabe del proyecto. Ahora se ha determinado su coste y teniendo al Concello y la Diputación implicados, será más fácil llegar a la Xunta.

- ¿No hay cierto sentimiento de agravio por la inversión de las distintas instituciones en las remodelaciones de Riazor, Pasarón y la construcción de San Lázaro sin que en Balaídos se haya invertido un euro desde el año 1982? Ha habido que esperar a que el estadio sea peligroso para las personas para que se hayan decidido a actuar.

- No creo que haya que hablar de agravios sino de éxitos. Si lo conseguimos, será un éxito y nos olvidaremos de lo que viene de atrás.

- Pero es el único estadio gallego en el que no se ha invertido un euro.

- Es cierto, pero nosotros no perseguimos la confrontación sino el resultado y el resultado depende de que las dos instituciones entren en el proyecto. Yo creo que Balaídos debe ser renovado y Vigo es una ciudad lo suficientemente importante para tener consolidado un equipo en Primera División y para eso se necesitan unas buenas instalaciones. Creo que la colaboración se va a dar en firme y el proyecto va a salir adelante.

- ¿Tiene la impresión de que a Miguel Torrecilla se le han afeado más los fracasos que elogiado los éxitos?

- Por los motivos que sean, después de un tiempo de desconfianza, todos hemos crecido con el proyecto, no sólo Torrecilla, yo también como presidente y el club en conjunto. Torrecilla lleva unos años con nosotros y, si se le está renovando permanentemente, es porque confiamos mucho en él.

- Luego está la figura de Antonio Chaves, el director general, que se mueve en la sombra, y del que se dice que manda mucho. ¿Manda realmente tanto?

-- Hay una cosa clara: aquí manda el equipo. No manda el presidente, ni Antonio Chaves. Cada uno tenemos una función muy importante y entre todos coordinamos cada parcela. Antonio es el hombre más importante que tengo aquí, pero funcionamos con un equipo con el mismo objetivo. Todo es mérito de un gran equipo.

- En los últimos años Carlos Mouriño se ha convertido en un ídolo del celtismo. ¿Cómo ve ahora las dificultades y los malos momentos de sus primeros tiempos?

- Pues con la misma tranquilidad que entonces. Aquellos momentos los viví con tranquilidad y confianza en lo que podíamos hacer. Hay un matiz, la afición se está uniendo más al Celta y Mouriño no será mañana tan importante. Si prometes mucho, la afición está contigo, pero no es esa la cuestión, sino hacerlo y que la afición esté con el equipo, con independencia de quién esté al mando.

- De un tiempo a esta parte se le ve también más juvenil, incluso en su forma de vestir, que antes era más clásica.

- Bueno, tomé una decisión personal importante en mi vida, que fue bajar los kilos que bajé, pero mi comportamiento siempre ha sido el mismo: cuando hay que ir clásico voy muy clásico y cuando hay que ir de sport visto de sport.

- Pero el fútbol desgasta mucho.

- Sí, pasas muchos días malos. Pero repito los malos y los buenos hay que tomárselos con serenidad. Si tengo críticas, es porque algo estoy haciendo mal y si tengo elogios, será porque las cosas se han hecho bien. A partir de ahí, soy la misma persona que era antes.

- Y cuando no quiera o no pueda, ¿tiene idea de que sucederá con el Celta?

- No. Tengo la idea de qué va a pasar conmigo, pero el Celta va a perdurar, es eterno. Por fortuna, he tenido una gran suerte en mi vida. Nunca he tenido una enfermedad que me haya incapacitado. Me encuentro muy bien físicamente y los proyectos que tenemos me dan muchas fuerzas para seguir adelante. ¿Cuánto tiempo? Sabemos que a mi edad los achaques pueden llegar de un día para otro, pero no me he marcado un tiempo para buscar una sucesión. En el momento que piense "voy a estar dos años y me voy", será el momento de ver qué hago. Pero en este momento no me entra en la cabeza dejarlo.

- En un par de años el club tendrá deuda cero y será un plato muy apetitoso para una operación desde fuera, tipo Málaga o Valencia.

- La verdad es que no sé qué va a pasar, pero si hablamos de un proyecto de ciudad no me gustaría que la gente se llevase una decepción con un gran cambio.

- Abanca tiene todavía un paquete de acciones importantes pero parece que ha salido del club. ¿Se mantiene al margen de la gestión del club?

- Nos han ayudado y siguen ayudándonos. Acabamos de hacer con ellos una operación muy importante de compra del crédito participativo del que teníamos y que ha sido una gran operación.

- ¿Cómo está el asunto de la compra de la sede?

- Muy encauzado. Es un asunto que estamos trabajando y del que seguramente podremos dar buenas noticias muy pronto.

- Usted siempre ha declarado su admiración por el Barcelona. ¿Ahora que lo futbolístico y lo patrimonial se ha encauzado, se ha planteado que el Celta sea un poco el Barça de Vigo recuperando secciones históricas como el atletismo o el baloncesto?

- Nosotros tenemos que consolidar este proyecto y a partir de ahí podemos pensar en muchas cosas más. Vamos a intentar colaborar con otros clubes de Vigo, pero que dependan directamente del Celta es algo que ahora mismo no se ha planteado.

- En pocas semanas habrá un derbi, ¿cómo son sus relaciones con el nuevo presidente del Deportivo?

-Nuestra relación con Lendoiro era buena y la seguimos manteniendo con Tino. No tenemos ningún problema con el Deportivo como institución. Nos gustaría que las aficiones vieran los partidos con toda la pasión del mundo, pero con más tranquilidad, que la rivalidad se quede en el campo. Que las aficiones se puedan tomar juntas una cerveza o una copa en los bares, y que uniéramos más las ciudades.

- Un derbi a la vasca

-Sería lo ideal y no va a quedar porque no lo intentemos.