El Celta exhibe su músculo económico. Carlos Mouriño, en su repaso al estado de la entidad, anticipa: "Hemos cumplido a rajatabla". El ejercicio se cierra con resultados que mejoran lo previsto. En junio de 2016, estando en Primera, la deuda quedará a cero y eso permitirá "un salto importante", revela el presidente. Pero ya a día de hoy se cumple el adagio céltico: equipo sano en club saneado. La directiva ha rechazado este verano ofertas por ocho jugadores, cuyo montante global era de 38 millones de euros. El Celta ha preferido retener a Nolito, Mallo, Mina, Orellana, Augusto Fernández, Charles, Rubén Blanco y Fontás. Entre estos, a Nolito y Mallo ya les han mejorado el contrato conforme a una nueva escala salarial, más ambiciosa. Existen conversaciones en marcha con otros, como Krohn-Dehli.

Mouriño esboza datos sobre el balance económico que presentarán a finales de año a la aprobación de los accionistas en la junta ordinaria. El Celta, en el ejercicio 2013-2014, ha ingresado 35.499.000 euros y ha gastado 31.770.000. El desvío en este capítulo respecto a lo presupuestado ha sido de apenas 106.000 euros. "Un éxito de la parte financiera. No dan la cara pero hacen un trabajo tremendamente extraordinario", menciona el mandatario. Habla de la directora financiera, María José Herbón, que asiste al discurso del presidente junto a otros ejecutivos y consejeros; y especialmente de Antonio Chaves, el director general, su hombre fuerte, que se incorpora con retraso por culpa de una reunión.

Chaves y Herbón han diseñado durante el último lustro una política económica -proceso concursal incluido- que ha transformado un club en ruina en otro de agradables cuentas. Las que tocan: el Celta ingresó en el pasado ejercicio 3,7 millones de euros más de los previstos; el beneficio después de impuestos es de 4.950.000 euros; ha cancelado un crédito participativo de 1,6 millones al que debía dedicar el 20 por ciento de las ventas de jugadores... Y pronto dejará de entregar a Hacienda el 49 por ciento de cada traspaso. La deuda del Celta es ligeramente superior a 8 millones; quedará reducida en junio de 2015 a entre 4,5 y 4,7; si el equipo permanece en Primera, en junio de 2016 quedará saldada

"No somos partidarios de la deuda cero", recuerda Mouriño, pues el interés en futuros préstamos será superior a los que se tienen en la actualidad. Pero ya que "obligados" a esa deuda cero "por el concurso", el presidente anuncia: "Entonces podremos dedicar el sobrante a mejorar el equipo y también tendremos capacidad de endeudamiento, que nunca llevaremos a términos graves para no exponer el club a épocas pasadas. Pero sí nos permitirá afrontar el porvenir con muchísima seguridad económica". Fija un horizonte: "Creemos que el salto importante para el equipo lo daremos en dos años, cuando podamos invertir más en fichajes y en pagar a jugadores". De la presente Liga afirma: "El objetivo mínimo es quedar en el mismo puesto (noveno) que la temporada pasada".

Junio de 2016 queda pues como la fecha fijada para el gran salto adelante. Pero ahora el Celta ya maniobra con solvencia. El presupuesto para la campaña 2014-2015 contempla una previsión de 33,3 millones en ingresos y 28 en gastos. Y sin más necesidad de vender. Los traspasos de Jota y Yoel no obedecieron a la urgencia, como antaño los dolorosos de Denis o Joselu. Como prueba, menciona esos 38 millones de euros que han rechazado por ocho jugadores. Al presidente, que no menciona nombres, se le cuela uno y dice "siete". Fueron propuestas en firme por Nolito, Orellana, Augusto, Mallo, Mina, Rubén Blanco, Fontás y Charles. De clubes europeos, sudamericanos o árabes.

A todos se les dijo que no, con el beneplácito de los futbolistas. Que era imprescindible en el caso de Nolito, ya que un club de la Premier estaba dispuesto a ejecutar la cláusula de rescisión de 10 millones, elevada a 18 tras una ampliación que fija el nuevo tope salarial céltico, pero que es de apenas la mitad de lo que Nolito hubiera ganado en Inglaterra.

No sólo a Nolito se le agradece el compromiso. También a Orellana, a quien deseaba el Colo-Colo. "Se acumulaba un problema muy grave familiar de Orellana, gravísimo", explica Mouriño. "Él nunca dijo que se quisiese ir del Celta, sino que le convenía por ese motivo. Lo analizamos entre todos. Buscamos rebajar su tensión. A pesar de las inmensas dificultades, decidió quedarse con mucho gusto. No lo dudó".

Analiza el caso de Augusto Fernández: "Es lógico que si le sale la oferta de su vida, venga y lo plantee. Pero ha rechazado ofertas importantes este año. Es un jugador tremendamente comprometido". Mouriño aprecia, en general, que los jugadores "se quedan porque están contentos en Vigo, ven que hay un proyecto de futuro y que ellos pueden desarrollarse. Buscan sensaciones familiares, sentirse importantes... Creamos un ambiente para que el jugador no sólo piense en el dinero".

"Apuntalar la parte económica nos permite seguir creciendo y rompiendo las escalas salariales que teníamos para jugadores e ir mejorando un poquito el sueldo de algunos", añade Mouriño. A esta dinámica obedecen las ampliaciones de contrato de Nolito y Mallo. Y las que se negocian, entre ellas la renovación de Michael Krohn-Dehli, que el próximo mes de junio queda libre: "Estamos negociando. Tenemos diferencias, pero confiamos en que pronto podamos solucionarlo y anunciar su renovación", concluye el presidente.