El fútbol llora la muerte de Fernando Zunzunegui. La tristeza brota especialmente en Galicia. El balompié gallego pierde a una de sus leyendas, uno de los futbolistas que se convirtió en un fijo del Real Madrid en la década de los 60. Pero las páginas de oro de su carrera deportiva comenzó a escribirlas en Vigo, su ciudad natal.

Zunzunegui pronto comenzó a destacar por sus dotes como defensa. Su popularidad se fraguó en los Juveniles del Chao (un equipo vigués de la época). Fue por aquel entonces cuando el Celta se fijó en sus cualidades. Se hizo con sus servicios y acabó cediéndole al Turista en el curso 1962/63. Sus actuaciones provocaron que fuera repescado en esta misma temporada para debutar ya, por fin, con el primer equipo.

El vigués acabó asentándose en el primer equipo. Vistió durante tres campañas la zamarra celeste, siendo la última la más completa. Zunzunegui se convertía en el jugador con más minutos disputados. Sus cualidades provocaban el interés de los conjuntos más destacados. El Real Madrid no dudó en fichar a aquel defensor elegante y con unas facultades físicas excepcionales.

Zunzunegui daba el gran salto. Firmaba por un Real Madrid que se había convertido en el mejor equipo del panorama mundial. El reto lo superó sin problemas. El vigués se convirtió en un habitual de los "merengues" durante siete temporadas alternando la posición de central y lateral. En el club blanco coincidió con otros dos gallegos como Amancio y Veloso. Sus diferencias con Miguel Muñoz provocaron su marcha rumbo al Levante. Zunzunegui abandonaba el Real Madrid después de disputar 112 partidos oficiales y haber conquistado cuatro Ligas y dos Copas del Rey.

Hoy se ha ido a los 70 años. El Celta pierde a uno de los suyos, a un Zunzunegui que se convirtió en uno de los defensores más destacados de la década de los 60.