Gondomar no fue ajeno al impacto que el fútbol generó en todo el mundo a comienzos del siglo XX. Era imposible resistirse a aquella tentación que había desembarcado de los buques británicos y provocado el nacimiento de los primeros clubes en el sur de Galicia. En 1914, contagiados por esa fiebre que por ejemplo en Vigo se vivía con el Vigo Sporting y el Fortuna, un grupo de muchachos pusieron en marcha el Gondomar Sporting Club que se reunían como buenamente podían para jugar y organizar partidos contra equipos de la zona. Existe un profundo vacío sobre aquel tiempo y apenas existen nombres y datos sobre quienes arrancaron esta historia centenaria. Lo que sí se conoce es el nombre de su primer mentor: el undécimo Conde de Gondomar. Fue Gonzalo Fernández de Córdoba y Quesada quien en aquellos comienzos cedió un terreno en As Cercas como primer campo de deportes de la villa. Allí encontró su hogar el Gondomar durante casi treinta años, allí fomentó la rivalidad con sus vecinos del Iris -formado también en aquellos años aunque con una existencia mucho más corta- y también fue el lugar en el que dieron sus primeras patadas jugadores que acabarían marcando un tiempo como Pepe Hermida, que jugaría poco después en el Vigo Sporting y en el Celta, y sobre todo su sobrino, Hermidita. Este gondomareño no tardaría en salir del equipo de su pueblo para convertirse en una de las grandes leyendas del Celta y del que en estos momentos es el máximo goleador de su historia con el que marcó 107 goles.

El Gondomar vivió casi tres décadas como un simple equipo aficionado sin mayores pretensiones, algo que comenzó a cambiar en 1943 que es el momento en el que comienzan los trámites para el que sería su primer campo municipal y que aún ahora es su terreno de juego: As Gaiandas. No hace mucho que el equipo ha comenzado a participar en las competiciones organizadas por la Federación Gallega. En 1946, tres años después -siendo el presidente del club, Vicente Vázquez, y el alcalde de la villa, Francisco Alborés- se inaugura el nuevo campo. Uno de los primeros triunfos reseñables que vive el campo es cuando el equipo se proclama campeón del Baixo Miño-Val Miñor y entra en la disputa del título de Campeón de Campeones en el que se ve con los ganadores de las fases celebradas entre muchos de los equipos modestos de otras comarcas del sur de Galicia. En la final logra una contundente goleada sobre el Coruxo y Gondomar vive un enorme acontecimiento.

Los aficionados del Gondomar tendrían que esperar bastante tiempo para vivir una gran fiesta en As Gaiandas. Sucedió en la temporada 1981-82 que comenzaron en Preferente después de lustros deambulando por el fútbol regional. Ese año lograron el subcampeonato de Liga y jugaron la promoción a Tercera contra el Meirás. Empataron en la ida jugada en Ferrol y en el encuentro de vuelta, con el campo hasta los topes, lograron el primer ascenso de su historia a Tercera al golear por 4-1. Aquel día el héroe de Gondomar fue Javier, autor de tres de los tantos que llevaron al equipo a un territorio que nunca había alcanzado. Perdió la categoría, la recuperó años después y a partir de los noventa vivió una considerable crisis que le fue empujando por las cavernas del fútbol autonómico hasta que se estabilizó de nuevo en la Preferente en la que en los últimos años ha sido capaz de hacer buenas temporadas e incluso pelear de nuevo por el soñado ascenso a Tercera División. Y en el medio dando pequeños pasos como el de disponer un nuevo campo en As Cercas que dé descanso a As Gaiandas y permita a las categorías inferiores disponer de mejores condiciones.