El Celta está en continua progresión. La paciencia en sustentar el proyecto actual en la cantera está dando sus frutos. Cada campaña se aumenta un nivel. De quedar a las puertas de Primera a consolidarse entre los diez mejores equipos del fútbol español. Así arranca la era del "Toto" Berizzo, El técnico argentino dirigirá una plantilla en la que destaca los jugadores formados en la factoría de A Madroa.

Este Celta renovado tiene una cuenta pendiente. Ya ha logrado de nuevo ser el equipo más importante de Galicia. Ahora le queda otro título simbólico, volver a adjudicarse un derbi. Desde aquel gol de Baiano en 2007 que dio el triunfo frente al Deportivo han pasado ya más de siete años. El descenso supuso que celestes y blanquiazules no se viesen las caras durante un lustro. El clásico del fútbol gallego se volvió a celebrar en la categoría de plata con resultado adverso para los vigueses, que cayeron tanto en Riazor (2-1) como en Balaídos (2-3). La rivalidad del curso 2011/12 dejó a los dos equipos gallegos en puestos de ascenso directo.

Celta y Deportivo buscaban tras su ascenso afianzarse en la máxima categoría. Los dos equipos compartían objetivo. El conjunto vigués no acababa de refrendar su buena imagen futbolística con resultados. Por el contrario, el cuadro herculino parecía abocado al regreso a Segunda. Por Riazor tuvieron hasta tres técnicos distintos, siendo Fernando Vázquez el único que dio vida al los herculinos. En los derbis el color siguió siendo blanquiazul. Undiano Mallenco impidió que el Celta doblegase al eterno rival expulsando a Cabral en los primeros minutos del segundo tiempo (1-1). Ya en la segunda vuelta, el conjunto vigués se hundía en la tabla al caer en Riazor (3-1). Los de Abel Resino quedaban en inferioridad numérica en los primeros compases de juego por la agresión de Iago Aspas a Marchena.

Cuatro enfrentamientos que se saldó sin ningún triunfo para el Celta. En el recuerdo queda el desenlace de hace dos temporadas. El destino quiso que el equipo céltico se jugase la categoría en la última jornada con el Deportivo. La "vida" de uno conllevaba la "muerte" del otro. No había sitio en Primera para los dos. La Real Sociedad, que buscaba el billete para la Champions, se impuso al cuadro herculino mientras que el gol de Natxo Insa a pase de Iago Aspas certificaba el milagro. El 4% había triunfado. El Celta sellaba una salvación histórica. Doce meses después, bajo el mando de Luis Enrique, el cuadro celeste subía un escalón en su progresión deportiva. Culminaba el curso en una novena plaza que provocó que la UEFA nombrase a la entidad celeste como el equipo revelación de la Liga. Ahora, tras un año muy diferente, los dos mejores conjuntos de la historia del fútbol gallego vuelven a verse las caras. Primero lo harán en un amistoso. Como si fuera un aperitivo de la fiesta que se vivirá durante la temporada. Eso sí, en esta ocasión de nuevo en la élite.