Thomas Muller acabó con las especulaciones para llevar a Alemania al triunfo ante Estados Unidos, que certifica la condición de campeón de grupo del equipo teutón pero no afecta los intereses de los pupilos de Klinsmann.

El choque había abierto en todos los días previos todo tipo de rumores de acuerdo. El empate era suficiente para que cada uno lograra el objetivo marcado. Alemania como líder esperado y Estados Unidos como segundo. Así fue al final.

Además, el hecho de que Klinsmann sea el conductor de la formación norteamericana avivó aún la opción del acuerdo. Algo que ambas partes rechazaron de plano. En cualquier caso no hizo falta. Portugal no goleó y Ghana perdió.

Alemania salió volcado sobre el área de Tim Howard. Posiblemente para evitar alimentar especulaciones y sospechas.

Estados Unidos se vio desbordado por las bandas. Ahí encontró el equipo de Joachim Low un filón en los primeros minutos

Las opciones estadounidenses se asomaron a la contra. Tanto empuje germano propició espacios. Tuvieron un par de buenas ocasiones Michael Bradley y sobre todo Graham Zusi.

No hubo goles al final de la primera parte. El acuerdo estaba en el ambiente. Diez minutos de la segunda parte enterraron los rumores. Howard respondió a la perfección a un remate de cabeza alemán. Pero el rechace llegó a los pies de Thomas Muller, que desde la frontal sacó un disparo por la izquierda del meta estadounidense, que no pudo evitar el tanto. El atacante del Bayern sumó su cuarto gol. Está a la altura de Leo Messi y Neymar.

Alemania pudo sentenciar en un choque roto por el cansancio y el efecto pesado del agua incesante. En el tramo final, Estados Unidos buscó el empate. No llegó, perdió, pero estará en octavos.