Todo son dudas en el seno de la sección femenina del Erizana. Rumores, conjeturas, inquietud. Son días de tensión y nervios para muchas jugadoras que no saben qué va a pasar con el equipo. Y todo porque hasta el próximo domingo, si se aprueba en la asamblea de socios, el club cambiará de directiva.

Por ahora se rige por una junta gestora y esa situación de provisionalidad alimenta las dudas. A estas alturas las jugadoras no saben qué intenciones tendrán los nuevos directivos con la sección femenina. El ascenso del equipo masculino a Preferente podría influir en su continuidad. La reducción de subvenciones lastra las cuentas.

Por ahora no se ha postulado ninguna candidatura. Nadie ha dado aún un paso al frente. La asamblea del próximo domingo dictará el futuro de la entidad. Tres días de tensión en los que las jugadoras sopesan si abandonar el barco o permanecer a ver hasta dónde las conduce la marea.

"Yo les he dicho que esperen. Son cuatro días en los que no va a cambiar nada si tienen alguna oferta", indica Edu, que confía en saber ya este domingo qué rumbo tomará el club y qué determinación tomará la nueva junta con la sección femenina.

La decisión estará en manos de unos 250 socios del Erizana que el próximo domingo votarán y decidirán si aprueban la propuesta que se presente en la asamblea.

Hasta ese momento, todo está en compás de espera, tanto los fichajes como la planificación de temporada. La falta de información alimenta la ansiedad de una plantilla que todavía conserva la esperanza de que el club de Baiona siga en Segunda División la temporada que viene.

"Nos salvamos en la última jornada, cuando nadie daba nada por nosotras y sería una pena", se lamenta Edu, que se muestra cauto a la hora de hablar del futuro, aunque califica de "decepcionante" la posibilidad de la desaparición. "Hay que esperar a ver qué pasa. Es lo que les recomiendo a las jugadoras, que esperen, pero entiendo su inquietud", añade.

"Que nadie haya hablado con nosotras y no nos hayan dicho cómo están las cosas y qué va a pasar hace que estemos intranquilas, pero tenemos esperanzas", apostilla Mar, la delegada.