El Club Deportivo Puertollano vuelve a Segunda B ocho años después. El equipo de Pablo Franco empató a cero ante el Pontevedra en el partido correspondiente a la vuelta de la final por el ascenso a segunda B. Tras el 0-2 de la ida, el equipo industrial solo tenía que controlar el marcador para consumar el ascenso. Y así fue.

No mereció menos el equipo de Pablo Franco después de una temporada casi perfecta, medio inmaculada. El Puertollano fue campeón de liga por méritos propios batiendo todos los registros de tercera división. Solo había que poner la guinda con el ascenso. Y este se hizo de rogar.

Sin embargo, el Pontevedra nadó miles de kilómetros para morir en la orilla. Después de quedar cuarto en el campeonato regular y de hacer una fase de ascenso muy buena venciendo a Portugalete y Granadilla con grandes partidos y grandes resultados, el equipo de Manuel Fernández no pudo con un Puertollano que, en el cómputo de los 180 minutos, dejó síntomas de ser mejor. Por eso, dejó claro en este play off que el último partido de liga pasó factura a los hombres de Manuel Fernández. Porque una cosa está clara, el Pontevedra es un campeón disfrazado de cuarto clasificado. Y así quedó reflejado.

Llegaba el Puertollano a la cita de ayer con la ventaja del 0-2 del partido de ida. Un ejercicio de concentración con una pizca de solidez eran ingredientes necesarios para redondear una noche perfecta. Salió el Pontevedra a morder desde el principio y llevó el peso del partido en los primeros minutos. El Puertollano, muy bien atrás, aguantó las embestidas del rival a base de concentración y contundencia, pero el "Puerto" es buen equipo y cuando juega en su casa, mucho mejor. Y así fue. .

Con el Pontevedra echado arriba, obligado por el resultado del partido de ida, el "Puerto" supo manejar bien esa estrategia sin volverse loco y circulando el balón con tranquilidad. En la primera mitad el conjunto granate no gozó de grandes oportunidades

En el segundo tiempo, el partido se abrió un poco más que en la primera mitad y las ocasiones se sucedieron, pero sin reflejo en el marcador. El partido avanzaba y el Pontevedra se desesperaba con el paso de los minutos, empleando juego directo en busca del empate de la eliminatoria. Ya en la recta final, el Puertollano se pudo adelantar en el electrónico, pero ni Salva ni Javi Pérez fueron capaces de meterla con dos faltas peligrosas.

Al final, después de cinco minutos de descuento, delirio en la grada y en el campo. Ocho años después, el Puertollano asciende a Segunda División B. Una temporada casi inmaculada, y después de sufrir en el play off de ascenso, el "Puerto" tocó la gloria. En el Pontevedra, lógicamente, gestos de desolación y abatimiento tanto en los jugadores como en los aficionados que les acompañaron.