Toda esta historia nace en 1945 en la cabeza de un par de personas que posiblemente nunca habían visto un partido de fútbol en toda su vida. Oscar Hammerstein y Richard Rogers, dos compositores con una interesante carrera en Broadway, estrenaron ese año "Carousel" un musical que adaptaba la obra "Liliom", del húngaro Ferenc Molnárs. La acción se desarrolla en la costa de Maine y contaba la historia de amor entre la molinera Julie y Billy Bigelow, el encargado de un tiovivo que tiene que robar para conseguir comida para su enamorada que además está embarazada de su segundo hijo. Un drama tremendo, como corresponde a una historia que se centra en la clase trabajadora de finales del siglo XIX, gente con pocas oportunidades, condenada a la infelicidad y la pobreza. Al final de la obra, tras la muerte de Billy Bigelow, uno de los personajes trata de reconfortar a la aflijida Julie y le canta una hermosa canción. Los autores, en un momento tan dramático, decidieron introducir un cántico cargado de esperanza y ánimo que pudiera ayudar a la joven a afrontar semejante trance. Es entonces cuando suena el "You'll never walk alone" que fue cantado por primera vez por una cantante americana llamada Christine Johnson. La letra deja claro su propósito dentro de la obra original

Cuando camines a través de la tormenta/Mantén la cabeza alta/ Y no temas por la oscuridad/Al final de la tormenta encontrarás la luz del sol/Y la dulce y plateada canción de una alondra.

Sigue a través del viento/Sigue a través de la lluvia/Aunque tus sueños se rompan en pedazos.

Camina, camina, con esperanza en tu corazón/Y nunca caminarás solo/Nunca caminarás solo.

Camina, camina, con esperanza en tu corazón/Y nunca caminarás solo/Nunca caminarás solo.

La canción se hizo extraordinariamente popular desde el comienzo. Hay que tener en cuenta que su estreno en 1945 coincidía con el final de la Segunda Guerra Mundial. Miles de familias americanas habían sufrido la pérdida de un familiar, de un amigo, de un conocido y la canción se convirtió en un absoluto clásico de cualquier ceremonia. Es como si ella les ayudase a encontrar cierto consuelo en el dolor. También se hizo famosa en las fiestas de graduación de los colegios y universidades de Estados Unidos, circunstancia que tiene que ver con que en la obra original de Broadway la cantase un coro en la graduación de la hija de Julie y del difunto Billy Bigelow.

La popularidad de la canción hizo que las principales estrellas del panorama musical comenzasen a incluirla en sus repertorios. Frank Sinatra fue el primero a mediados de los cuarenta y siguieron lloviendo versiones durante un par de décadas, incluida una a finales de los sesenta de Elvis Presley.

Pero la versión más famosa del "You'll never walk alone" llega a comienzos de los años sesenta de la mano de "Gerry and the Peacemakers", uno de los grupos nacidos en Liverpool y que junto a otros como los Beattles formaron lo que se conoció como el "Merseybeat". La canción fue un éxito absoluto y el 26 de octubre de 1963 se convirtió en el número uno de la lista de éxitos de Inglaterra, puesto que ocupó durante cuatro semanas de forma consecutiva. Es ahí cuando se convierte en un himno para los aficionados del Liverpool. Existen diversas teorías en ese sentido. La más sólida es la que cuenta que antes de los partidos en Anfield una de las costumbres del encargado de la megafonía era emitir las diez canciones que ocupaban los primeros puestos de la lista de éxitos. Aquellas semanas en las que "Gerry and the peacemakers" estuvieron en las primeras posiciones generaron un importante caldo de cultivo en la relación entre el tema y la hinchada, felices además del éxito conseguido por un grupo de la ciudad. Hubo un día en que el DJ de entonces se olvidó de emitirla, lo que generó muchas protestas y al grito de "queremos nuestra canción" los aficionados comenzaron de forma expontánea a entonarla en la grada mientras con cierto retraso sus notas empezaban a escucharse a través de los altavoces del estadio. El efecto fue extraordinario entre la gente y la experiencia se quedó para siempre entre ellos. Hablamos de 1964 que es el año en el que la BBC graba por primera vez el audio de los aficionados del Liverpool entonando la canción en el estadio. El tema trascendió por completo hasta convertirse en el lema del equipo, mucho más a raíz de la Tragedia de Hillsborough en la que perdieron la vida 96 aficionados del Liverpool en Sheffield durante una semifinal de Copa ante el Nottingham Forest. En ese momento la canción cobró una dimensión impensable. Su letra encerraba muchas cosas y parecía como si alguien la hubiese compuesto para despedir a los aficionados que siempre estarían en la memoria de sus compañeros de grada. Y así sucedió. El Liverpool en 1992 decidió incluir el lema "Nunca caminarás solo" al escudo del club y lo estampó en la puerta principal del estadio. La prueba de que las canciones suelen ser mucho más que eso.