El centrocampista internacional chileno mide 1,85 centímetros, que es también la estatura del exartillero del Rayo Vallecano. Ambos son excelentes cabeceadores y los dos dominan el juego por alto, una faceta en la que el Celta se ha quedado corto en las últimas temporadas, tanto en el balance ofensivo como en el defensivo.

La presencia de Larrivey y Hernández en la nómina celeste ampliará por tanto el abanico de recursos que Berizzo tendrá a su disposición para igualar la temporada realizada por su predecesor o, al menos, cumplir con el objetivo de lograr de modo más o menos holgado la permanencia.

Lo cierto es que las acciones de estrategia han sido en las últimas temporadas un problema de difícil resolución para el cuadro celeste, que ha pagado un elevado peaje en este tipo de acciones, especialmente en la faceta defensiva, pero también en ataque.

En este último aspecto, el conjunto celeste apenas sacó partido a las jugadas con la pelota detenida. Al margen de los dos penaltis convertidos, ambos por Nolito, el equipo vigués solo anotó tres goles a balón parado en los 38 partidos de Liga disputados. El propio Nolito marcó de falta directa al Villarreal en el duelo disputado en El Madrigal y, en este mismo partido, apenas cinco minutos antes, Orellana peinó al fondo de la red una falta lateral bien templada por Álex López

El tercer gol a balón parado lo consiguió en el último compromiso liguero, frente al Valencia en Mestalla, el defensa central Íñigo López, en este caso, tras un saque de esquina. El zaguero riojano remachó lejos del alcance del portero un centro de Jonny en una jugada coral, que contó con la participación de Nolito y Álex López.

Las cosas no le fueron mucho mejor al Celta en el balance defensivo. El equipo vigués recibió el pasado curso 12 goles a balón parado, algo más de una cuarta parte de los 54 encajados a lo largo de la temporada. De estos doce, solo tres no tuvieron influencia en el marcador, lo que supuso una factura de nueve puntos en la clasificación.

Curiosamente, las faltas le resultaron al Celta más problemáticas de defender que los saques de esquina. Siete de los doce goles fueron de falta y cinco en lanzamientos desde el rincón. La falta de centímetros de la defensa (Fontás, con 1,85 metros, compartía con Íñigo López la condición de hombre más alto del equipo) puede corregirse, pues el Celta busca en el mercado un defensa central cuyo perfil no ha sido definido. La posibilidad de repescar a Samuel Llorca (1,87 centímetros), que el pasado curso jugó cedido en el Alavés y estará a prueba durante la pretemporada, también permitiría al Celta ganar altura.