"¡Que les quede claro toda su vida. Ustedes, los que están de verde, no hacen nada por la camiseta. Ustedes no nos meten en la Copa. Es Estados Unidos, no ustedes y su soberbia!". De esta forma estalló contra su propia selección el comentarista de TV Azteca Christian Martinoli el pasado mes de noviembre. Su enfado recorrió las televisiones de todo el mundo, no en vano estaba diciendo lo que millones de mexicanos pensaban en ese momento. México acababa de clasificarse para el "repechaje" contra Nueva Zelanda después de un hexagonal lamentable en la Concacaf, en el que solo pudo ser cuarta. Para mayor vergüenza se coló en la repesca después de perder contra Costa Rica y gracias a dos goles en tiempo de descuento de Estados Unidos contra Panamá. Fueron obra de Graham Zusi el primero y de Aron Johannsson el segundo.

La humillación total, México salvaba los muebles gracias a una victoria de su archienemigo del norte, que además jugó ese partido plagado de suplentes. La prensa y la opinión pública local cargó toda la responsabilidad de lo ocurrido, sobre todo, en las espaldas de los "europeos", como denominan a los jugadores mexicanos que juegan en grandes clubes del viejo continente y que a su juicio cada vez que se plantaban en suelo americano menospreciaban a sus rivales caribeños o centroamericanos, cargados de divismo. Los locales tampoco se salvaban de la quema excepto un delantero. Fue Oribe Peralta, que vio todavía más reforzado su papel cuando la apuesta por jugadores de la liga local fue más clara y que este viernes volvió a sentar en el banquillo nada menos que a Javier "Chicharito" Hernández, delantero centro del Manchester United. Aunque no tuvo su mejor año, siempre sorprende ver como un jugador de 30 años y que nunca salió de México deja a Chicharito fuera del once inicial de los aztecas en un Mundial. Por si fuera poco, de nuevo Oribe Peralte salvó a los suyos marcando un gol que le dio a los verdes tres puntos esenciales y de una trascendencia enorme, teniendo en cuenta que, superado el escollo de Camerún, tienen por delante dos complicados encuentros contra Brasil y Croacia.

Tras colarse en la repesca del Mundial, la Federación Mexicana optó por una solución de urgencia cambiando nuevamente de seleccionador. Miguel "El Piojo" Herrera, que acababa de ganar la liga local con el América, se convirtió en director técnico de "El Tri", sustituyendo a un Víctor Manuel Vucetich que apenas había dirigido dos encuentros. Herrera optó por llamar solo a jugadores de la liga local, con una base formada por su América, para enfrentar la eliminatoria decisiva contra Nueva Zelanda. Tanto en Ciudad de México como en la vuelta en Wellington los mexicanos ganaron por goleada, y la figura de Peralta volvió a emerger para ser protagonista. Marcó nada menos que cinco goles, dos de ellos en el estadio Azteca y tres más en Oceanía. En total Peralta marcó 10 goles en 11 encuentros disputados en la fase de clasificación. Sin él, "El Tri no estaría en Brasil. Y sin embargo durante buena parte de esta fase no fue el delantero titular, sobre todo en el ecuador de la misma. Fue ganando peso con el transcurrir de los partidos y de las decepciones.

Oribe Peralta, apodado "El Cepillo", es un jugador al que le gusta mucho correr al espacio e irse por velocidad. Destaca por su buen juego de espaldas a la portería y por el oportunismo que demostró frente a Camerún, tras aprovechar un rechace después de una jugada colectiva. Bien es cierto que esta Camerún tampoco es un derroche de orden a la hora de defender.

El dinero que manejan en estos momentos los clubes mexicanos también está en la base de que no salgan a Europa tantos jugadores como debería. Peralta ya tiene 30 años -nació en 1984 en la ciudad de Torreón- y se ha convertido en todo un trotamundos de la liga local: Monarcas Morelia, León, Monterrey, Chivas de Guadalajara, Santos Laguna y desde mayo de 2014 América son los equipos en los que anotó ya 115 goles a lo largo de su carrera deportiva. Cuenta en su palmarés con dos torneos clausura, en sus dos etapas en Santos Laguna (2008 y 2012).

Es un nueve puro que se convirtió en héroe para su país con la conquista de la Medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Marcó los dos tantos en aquella final. Aunque no estuvo fino en los amistosos preparatorios previos a la gran cita del fútbol, es insustituible en ataque. A veces luce más con Chicharito, pues se le ve con más movilidad, pero tanto con él como con Gio, Peralta parece asumir la responsabilidad de llevar a México a firmar una buena actuación y permitir la reconciliación entre la afición y su combinado nacional. La relación se rompió en el hexagonal de clasificación tras el idilio vivido después de los Juegos de Londres.

Alternativas

Herrera de momento se decanta por el del Villareal como acompañante de "El Cepillo", y los resultados pueden darle la razón. El buen año de Giovani dos Santos tiene que dejarse sentir en un combinado con el que no "quiere" jugar Carlos Vela. Rindió muy por encima de Chicharito en su club. Aunque con el escudo nacional al pecho el del Manchester United anotó 5 goles en sus últimos 16 partidos oficiales, una cifra nada desdeñable. Otra opción sería Raúl Jiménez, de menor nivel, pero que se recordará siempre por su golazo de chilena a Panamá.

Las opciones de hacer un buen papel para los aztecas pasan en buena parte por el acierto de este delantero, al que la fama a ojos de los europeos no le llegó en sus comienzos, sino cuando adquirió una experiencia que, sumada a su capacidad goleadora, hizo que desde 2009 sus números fueran en franca mejoría. También llegaron entonces las distinciones individuales. Fue elegido mejor delantero de México en 2011. Solo unos meses después se proclamó máximo goleador de la Liga de Campeones de la Concacaf y mejor jugador de este torneo continental. En 2012 volvió a llevarse todos los galardones individuales en su país y el año pasado se convirtió en el primer futbolista en recibir el premio al "Jugador del año" dentro de la confederación que agrupa a las ligas de América del Norte, América Central y el Caribe.

Aunque sonó en varias ocasiones como candidato a saltar el charco, los años pasan, y todo apunta a que ese tren ya ha pasado. O puede que todavía quede un billete en este Mundial.