Miles de personas marcharon ayer en Río de Janeiro en manifestaciones contra la organización del Mundial de fútbol de Brasil 2014 horas antes del inicio del campeonato. Una manifestación congregó a profesores, sindicatos, partidos políticos de izquierda, feministas y cientos de ciudadanos en demanda de mayores inversiones en salud y educación, en lugar de estadios de fútbol.

Los activistas se congregaron en la plaza de Candelaria y marcharon por la avenida Río Branco, una de las principales arterias de la segunda mayor ciudad de Brasil, colapsando el tráfico en un horario en que los brasileños salían del trabajo antes de ir a ver el Brasil-Croacia, partido inaugural del Mundial.

Al final de la manifestación, un grupo de cientos de personas se congregó en una plaza del céntrico barrio de Lapa donde se registraron incidentes aislados con la policía, que dispersó a los activistas con gas pimienta y arrestó al menos a tres personas.

Durante el recorrido de la manifestación principal, que mezcló tono festivo y reivindicativo, un grupo de enmascarados quemó una bandera de Brasil y se cantaron consignas contra la FIFA y contra el Gobierno de Dilma Rousseff.

La activista Daniela Ouro Fino dijo a Efe que "el Mundial no da retorno financiero al país y sí a unas pocas empresas" mientras que la población brasileña "pagó la cuenta de los estadios y la exención de impuestos a la FIFA y sus patrocinadores".

La organización Amnistía Internacional (AI) considera que la Policía brasileña hizo un uso "desproporcionado de la fuerza" para reprimir la primera manifestación realizada en Sao Paulo contra el Mundial, que consideró que tuvo un carácter "pacífico".

En Río de Janeiro se convocaron ayer al menos otras dos protestas más en la playa de Copacabana, donde está organizado el FIFA Fan Fest, recinto con una pantalla gigante donde se retransmiten los partidos.

Se registraron incidentes también Sao Paulo, donde dos periodistas de CNN fueron heridas.

Porto Alegre, capital del sureño estado de Río Grande del Sur, y Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, registraron también manifestaciones contra el Mundial. Unas 500 personas se reunieron en Porto Alegre, mientras que unos 250 acudieron a la convocatoria en Belo Horizonte en manifestaciones que centraron sus críticas en el alto coste de la organización del Mundial y la carencia de inversión en sanidad o educación pública.

Además, un grupu de unos 50 trabayadores en huelga del Aeropuertu Internacional Tom Jobim de Ríu de Janeiro protagonizaron a primer hora una manifestación que cortó el por la Avenida 20 de Janeiro, provocando largos atascos y obligando a los pasajeros a llegar a pie hasta el aeropuerto para no perder sus vuelos.

Además, una huelga de conductores de autobús paralizó parcialmente la ciudad brasileña de Natal, una de las sedes del Mundial de Fútbol Brasil 2014, en donde sólo circuló el 30 por ciento de la flota, según informó la Alcaldía.

La paralización afectó a más de 500.000 ciudadanos y se desconoce si proseguirá hoy, cuando la ciudad será escenario del partido entre México y Camerún.