De los cuatro equipos del grupo, solo Francia ha conseguido llegar a una final o a una semifinal de un Mundial. Se proclamó campeona del mundo en su país en 1998, mientras que ninguna de las otras tres selecciones ha conseguido superar los cuartos de final. Suiza se clasificó para cuartos en calidad de anfitriona del Mundial de 1954 y ha disputado octavos de final dos veces (1994 y 2006). Ecuador superó la fase de grupos en una ocasión, en 2006, mientras que Honduras no lo ha conseguido en ninguna de sus visitas previas a la fase final del Mundial (1982 y 2010).

Suiza y Honduras vuelven a coincidir por segunda ocasión consecutiva en la fase final del Mundial. La selección suiza, a la que muchos analistas consideran la más débil de los ocho cabezas de serie, acaricia ya sus posibilidades de pasar a las rondas eliminatorias junto con una Francia cuajada de estrellas. Ecuador, la gran tapada de Sudamérica, que sufrió lo indecible para conseguir el paso directo en la competición preliminar, despliega un estilo de juego veloz y vigoroso similar al de Honduras, la representante de la CONCACAF en el grupo, que consiguió la hazaña de imponerse a México en el Estadio Azteca de camino a Brasil 2014.

Francia, con la baja de última hora de Ribéry, por una lumbalgia, pierde a una de sus referencias en ataque. El combinado francés afronta el Mundial entre las dudas provocadas por su irregular fase de clasificación y las ambiciones de un combinado repleto de jugadores destacados.

Suiza es uno de los países europeos que mejor ha trabajado la base en los últimos años -campeón del Mundial sub-17 en 2009-.Cuenta con la experiencia del técnico Ottmar Hitzfeld, uno de los entrenadores europeos con más títulos, y muchos de sus jugadores militan en clubes punteros de Europa, por lo que afronta su tercer Mundial consecutivo con la intención de ratificar su magnífica fase clasificatoria.

Honduras repetirá en Brasil presencia mundialista y lo hará con la intención de reclamar un hueco en el grupo.

Por su parte, Ecuador espera tener la regularidad de la que careció en la fase de clasificación, en la que fue imbatible como local en Quito. Allí venció a todos menos a Argentina, con quien igualó; pero se mostró incapaz de ganar como visitante, condición en la que, sin embargo, consiguió tres empates.