La selección de Camerún anunció ayer el acuerdo alcanzado en las primas para el Mundial de Brasil, y viajará al país organizador tras la resolución del conflicto que mantenían con la Federación Camerunesa de Fútbol.

Según ha declarado el entrenador del equipo, Volker Finke, "se llegó a un acuerdo", al tiempo que ha asegurado que "no hay que hacer un gran escándalo de esta historia".

Los futbolistas se habían negado en la jornada de ayer a subir al avión que les trasladaría desde la capital de Camerún, Yaundé, como medida de presión porque no habían arreglado con la federación los premios para el campeonato, como recoge el medio alemán Sport1.

La tensión en el seno del combinado camerunés repite la escena del Mundial de 2002, cuando una conflicto similar provocó otro desplante de los jugadores. El equipo africano que dirige Finke debuta en el torneo el viernes contra México en el Grupo A, en el que también figuran Brasil y Croacia.