Cielo o infierno. En una final no hay lugar para los caminos intermedios. Lágrimas y sonrisas se daban cita en As Lagoas. El Blusens Universidade de Vigo afrontaba una cita complicada. Se jugaba su sitio en la élite del rugby nacional. La ciudad olívica y Galicia en general posaban su atención sobre la actuación del equipo que dirige David Monreal.

La empresa era complicada. En Sant Cugat todo salió mal. Un 29-10 alejaba la División de Honor de Vigo. La pasión por el oval que tiene la ciudad viguesa y la comunidad gallega no podía sufrir semejante varapalo. As Lagoas afrontaba su cita clave. Tocaba remontar. Firmar un triunfo épico. Histórico. Tito, el capitán, abrió el camino con un ensayo a los tres minutos de partido.

El tiempo transcurría. Se veía un partido igualado. Predominaba la tensión. Lógico ante el premio que había en el horizonte. Los catalanes reducían distancias transformando un golpe (5-3). Un golpeo de Simon y un ensayo de Cabo volvían a regalar razones para la remontada (13-3). No obstante, el cuadro catalán anotaba un drop y seguía manteniendo la ventaja que le permitía ser equipo de División de Honor (13-6). El duelo se iba al intermedio con un triunfo momentáneo que dejaba un sabor amargo. Un 18-11 que invitaba a ver un segundo acto en el que la superioridad tendría que quedar patente sobre el tapete de As Lagoas.

Si en el primer tiempo Tito dio el primer paso, tras la reanudación fue el turno de David Monreal. Su ensayo invitó a pensar de nuevo en esa continuidad en la élite del rugby. Entre los más grandes. En el minuto 45 la épica comenzó a gestarse. Sant Cugat quedaba uno menos mientras que Simon ampliaba la distancia a diecisiete tantos. Lo más difícil ya se había hecho. No lograr el objetivo sería morir en la orilla. Las fuerzas se equilibraban con la amarilla a Monreal. Maka llevaba el delirio a As Lagoas con su ensayo. Simon, ya en el minuto 76, aumentaba la distancia en el marcador al transformar otro golpeo (38-11).

La permanencia era una realidad. El Blusens Universidade de Vigo sella la salvación con un segundo tiempo para enmarcar. Inolvidable en la historia del oval vigués y gallego. El XV del Olivo logra seguir en la élite, sigue formando parte de los más grandes del rugby nacional. As Lagoas acabó siendo una fiesta. La afición invadió el campo para festejar junto a sus héroes una victoria en la que los más pesimistas no creían. El Vigo Rugby sigue siendo de División de Honor.