Luis de la Fuente volvió a confiar ayer en los tres jugadores del Celta, que repitieron titularidad ante Lituania, a pesar de las rotaciones que hubo en el once de La Rojita.

Rubén Blanco ejerció de nuevo como capitán y en la portería pasó una jornada apacible, sin apenas trabajo. El primer disparo a puerta de los lituanos fue en el minuto 54, por parte de Romanovskij, que detuvo sin problemas. El portero de Mos jugó también contra el equipo lituano en el pasado Europeo, partido que finalizó con el mismo resultado (2-0).

En la retaguardia española volvió a situarse David Costas, que ayer compartió tareas con el asturiano Meré, el benjamín de la selección, con 17 años recién cumplidos. El céltico realizó un trabajo impecable.

Mayores dificultades encontró Santi Mina.El vigués salió como delantero centro y tardó en encontrar acomodo. Tuvo varias ocasiones claras de gol pero careció de acierto para estrenarse como goleador en este cuadrangular. Fue el primer cambio que realizó De la Fuente. Por Mina entró el barcelonista Sandro Ramírez, que tampoco estuvo acertado. Salvó el día, sin embargo, con el penalti, segundo que marca en este torneo.