Bent Christensen (Dinamarca, 1967) ha regresado a Galicia en el momento que el Compostela ultimaba los actos del vigésimo aniversario de su histórico ascenso a Primera División. Pura coincidencia, pues el danés está en Vigo por otros motivos y ayer no pudo reencontrarse con antiguos compañeros en el partido amistoso que se disputó en San Lázaro contra veteranos del Rayo Vallecano. Debía atender sus obligaciones como seleccionador del combinado nórdico sub 19 que se juega una plaza para el Europeo de Hungría.

Christensen, que disputó 110 partidos y anotó 35 goles con el conjunto santiagués entre 1994 y 1997, lamenta no poder reencontrarse con amigos como el nigeriano Ohen, con quien formó la pareja de ataque más fructífera del conjunto santiagués en la élite. "Después del partido contra España hablé con Falagán. Me informó que hoy [por ayer] jugaban un partido en Santiago y después celebrarían una cena, pero le he dicho que no podía ir porque tengo que estar con mi equipo y preparar el partido de mañana [por hoy] ante Alemania", apunta el seleccionador danés desde la terraza del hotel de concentración.

Para Christensen, este viaje a tierras gallegas supone una alegría. "Me trae muy buenos recuerdos volver a Galicia, donde jugué varias temporadas. Fue una etapa muy feliz como futbolista y estuve muy cómodo con mi familia. Santiago de Compostela es un buen sitio para vivir. He vuelto con mi familia cuatro o cinco veces de vacaciones desde entonces, pues mantenemos amigos de aquella época. Fue una etapa bonita", reitera quien en sus dieciséis años como futbolista pasó por ocho clubes de media docena de países. Comenzó y acabó en el Bronshoj, pero también defendió las camisetas del Brondby, Servette, Vejle, Schalke 04, Olympiacos, Genclerbirligi y SD Compostela.

El sábado volvió a Balaídos, donde disputó varios duelos de rivalidad. Recuerda en especial uno de Copa del Rey, "en el que me expulsaron. Contra el Celta eran partidos importantes para nosotros".

Tras retirarse como jugador en el año 2000, Christensen ha seguido ligado al fútbol, pero en labores técnicas. Al frente de la selección sub 19 danesa "llevo un año. Fui también segundo entrenador del Brondby. En el futuro no sé qué haré. Estoy muy feliz trabajando con esta selección porque considero que es un buen equipo. La labor de enseñar a los jóvenes es bonita, pero si hay equipos que me quieran, como el Barcelona, por ejemplo", suelta con una sonrisa.

Siente admiración por el club catalán, que aporta algunas de las estrellas del cuadrangular que se celebra estos días en Vigo y que el sábado ganaron a su selección. "España es el mejor equipo de este grupo, sin duda. Si nosotros tuviéramos a Adama Traoré... ¡Joder! es un jugador de otra galaxia. Es el mejor de España, que también tiene otros jugadores muy buenos, como Munir, Sandro Ramírez... Si tuviéramos uno o dos como esos, Dinamarca sería otro equipo", apunta Christensen, a quien apodaban Turbo, quizás por la carreras que protagoniza en San Lázaro.

Aunque el excompostelanista carece de figuras mundiales, se siente orgulloso de su equipo, en el que destaca el delantero Marcus Solberg, apodado Hulk, autor del gol ante España. "Es un buen jugador que normalmente disputa partidos con el primer equipo del Aarhus. En lo que más destacamos es que somos un equipo organizado, pero no tenemos una estrella como las del Barcelona".

Este mediodía se enfrentan a Alemania, la otra aspirante a ganar la Ronda Élite de Vigo, aunque Christensen se muestra optimista con Dinamarca: "Creo que vamos a ganarle a los alemanes. Tenemos posibilidades porque su delantero Davie Selke está sancionado por acumulación de tarjetas amarillas. Así será un poco más fácil para nosotros porque es un buen jugador. Marca muchos goles y teníamos un poco de preocupación, pero no podrá jugar", agradece el seleccionador danés la ausencia del ariete de 1,92 metros de altura. El otro futbolista alemán que le preocupa es Brandt. También destaca al lateral izquierdo Holthaus. En cambio no acaba de convencerle Maximilian Meyer, el '10' de alemán que ha heredado el '7' de Raúl González en el Schalke 04: "Meyer tiene mucho toque de balón pero le falta el último pase y gol".

Christensen agradece en esta visita el reencuentro "con el buen tiempo y la buena comida.De hecho, dos de mis tres hijas nacieron en Santiago y de vez en cuando nos dicen por qué el tiempo y la comida de Dinamarca no son como en España".

Y habla de su paisano el céltico Krohn-Dehli, al que ve de mediocentro en la selección. "Nos ha sorprendido este año porque con Dinamarca suele jugar por la banda. Es probable que Olsen lo pruebe ahí", añade.