Veinte años después de la muerte de Ayrton Senna en el circuito de Imola, la localidad se prepara para honrar al piloto de Fórmula 1 al que recuerda tanto por su caridad y carisma como por su tres títulos mundiales.

Los recuerdos sobre el piloto brasileño están claros aún en la mente de muchos de los residentes de la localidad del norte de Italia, donde se realizarán eventos durante cinco días desde hoy para conmemorar el aniversario del fallecimiento.

Las muertes de Senna el 1 de mayo -el último piloto fallecido durante una carrera de la F1- y del austriaco Roland Ratzenberger el día anterior, sacudieron al mundo del automovilismo y llevaron a grandes cambios en las normas de seguridad.

Ratzenberger siempre ha sido el gran olvidado de la historia al fallecer un día antes de Senna, durante una sesión de entrenamientos. "Ratzenberger fue más trágico para mí que Ayrton porque había llegado (a la F1) por sus propios medios y la ayuda de su familia", dice Max Mosley, entonces presidente de la FIA. "No tenía dinero, lo hizo a través de su propio trabajo y era una excelente persona".