El entrenador del Celta, Luis Enrique Martínez, se mostró muy satisfecho con el trabajo y la implicación de sus jugadores y celebró que su equipo consiguiese de modo matemático la continuidad en Primera División una temporada más sin pasar apuros ganando a un difícil rival, como el Valladolid.

"Ha sido una noche redonda para el celtismo, para el equipo y para el club. Pretendíamos hacer un partido muy intenso, sabíamos de la dificultad del rival y nos ha salido el partido que esperábamos", declaró. Y agregó: "Al principio, con los dos tiros al poste, parecía que se nos podía complicar, pero luego hemos estado asociativos, efectivos y hemos jugado muy bien al fútbol".

El preparador cétlico no alberga duda alguna de que la permanencia es ya una realidad matemática y se propone ahora mirar adelante para que el Celta consiga la mejor clasificación posible. "Con 43 puntos hay que esperar que sea matemático, pero no cambia nuestra mentalidad. Ahora iremos a Pamplona en a por los tres puntos, intentaremos ser competitivos ante el Real Madrid y trataremos de ganar al Valencia", apuntó.

Luis Enrique valoró el momento del equipo y se mostró orgulloso de la temporada realizada que, recalcó, también ha tendido momentos difíciles. "Ahora parece que nadie se acuerda de lo que sufrimos en noviembre y diciembre. Pero siempre hemos pensado que este premio llegaría a base de trabajo. y es un día para celebrar por todo lo alto", dijo.

Preguntado si el Celta podría haber aspirado a más de no haber tardado tanto en engrasar el engranaje, el asturiano se mostró claro y contundente. "Eso son las cuentas de la lechera, no me creo ninguna", sentenció. Y remachó: "Hasta este partido hemos estado apretados al máximo y pensando que los de atrás nos venían pisando los talones".

Por eso Luis Enrique invitó a los aficionados a valorar la temporada realizada por el Celta. "Podemos decir con orgullo que el Celta está el año que viene en Primera división y haciendo disfrutar a nuestros aficionados en algunos partidos", apuntó.

Finalmente, preguntado por Orellana, indicio que pocas veces había visto "un extremo que destile tanta calidad emplearse de ese modo en defensa", pero enseguida precisó que no le gustaba particularizar y que todo su equipo había estado sobresaliente, desde el primero hasta el último de sus jugadores.