A pesar de lo que algunos proclaman, el Celta también sufrió esta temporada errores arbitrales. En Balaídos, ante el Elche, Prieto Iglesias anulaba un gol legal a Santi Mina que suponía el tanto del empate. Aquel resultado complicada el futuro inmediato de un equipo que no terminaba de arrancar y que continuaba su coqueteo con los puestos de descenso.

Otra jornada en la que el dictamen del colegiado perjudicó al conjunto vigués fue en el José Zorrilla. La temporada llegaba a su ecuador. Celta y Valladolid también eran los encargados de cerrar la jornada liguera. El encuentro se disputaba a las 22:00 horas en un estadio pucelano cuyas condiciones para la práctica del fútbol no eran las mejores. Las bajas temperaturas dejaban helado el césped mientras que una densa niebla envolvía el tapete del coliseo blanquivioleta.

El Celta se estrellaba con los elementos. Otro lastre para asaltar el feudo del Valladolid era José Antonio Teixeira Vitienes. El árbitro cántabro expulsaba por doble amarilla a Charles Dias en los primeros minutos del segundo período. La jugada desató la polémica. El brasileño recibía un balonazo de Diego Mariño, cuando en la imagen parecía claro que el "11" celeste no quería interrumpir el saque del guardameta vigués.

La inferioridad numérica decantó la balanza. Emergió la figura del homólogo de Charles en el conjunto rival. Javi Guerra firmó un "hat trick" y dio oxígeno a un Valladolid que lleva toda la temporada al filo del precipicio. Las cosas continúan igual para los blanquivioletas. Esta noche en Vigo están obligados a ganar para no acabar la jornada en puestos de descenso. Ambos conjuntos vuelven a cerrar el telón a la trigésimo quinta fecha de la competición doméstica. El juez también se repite. Será José Antonio Teixeira Vitienes, un colegiado que, en el partido de ida, fue determinante en el resultado final. Esperemos que hoy no lo sea. Por el bien del fútbol.