Augusto Fernández apura su recuperación para estar a disposición de Luis Enrique mañana frente al Valladolid en un partido que el internacional argentino considera "especial" porque concede al Celta la posibilidad de disfrutar con su afición de la consecución de un objetivo largamente perseguido. "He ido probando sensaciones", explica Augusto de su estado físico. "Ayer (por el jueves) empecé a trabajar con el grupo y hoy (ayer para el lector) ya he hecho un poquito más. Si todo sigue bien, creo que me van a dar el alta y espero sumar minutos el lunes", precisa.

El interior céltico reconoce que, tras perderse el duelo frente al Almería la pasada semana, está deseando volver a pisar el terreno de juego. "Tengo muchas ganas de jugar este partido. El fútbol es mi segundo amor, lo que más quiero después de mi familia, y cada vez que no juego lo vivo de una manera casi trágica. Así que lo que más quiero es jugar", destaca.

Si tuviese que apostar, Augusto cree que estará a disposición del técnico, aunque no para disputar los noventa minutos. "Si sigo respondiendo bien, el lunes sumaré algunos minutos. El míster y el médico saben que no voy a estar para jugar los noventa, pero sí sumar algunos. Al ciento por ciento estaré para el próximo partido contra el Osasuna", dice.

Aunque el Celta tiene prácticamente garantizada su continuidad en Primera División esta temporada, el atacante porteño advierte de la importancia de no bajar el pistón hasta que la salvación sea una realidad matemática. Y ni siquiera entonces. "Cada partido es especial, hemos dado un paso muy grande para lograr el objetivo que nos propusimos el otro día en Almería, pero somos conscientes de que matemáticamente no estamos salvamos. Tenemos que asegurar la permanencia y un triunfo nos daría esa seguridad", apunta Augusto.

El centrocampista argentino quiere compartir con la afición celeste la consecución de un logro por el que ambos han luchado codo con codo. "Tenemos claro que es un partido hermoso para lograr la permanencia en casa con nuestra gente, que tanto nos apoya. Nos tenemos que aferrar a eso luchar el partido y ganarlo para estar tranquilos de una vez por todas", proclama.

Augusto Fernández recuerda que el pasado curso este mismo encuentro contra el Valladolid se jugó con los papeles cambiados y celebra que el Celta afronte el duelo con los deberes hechos, pero con los cinco sentidos puestos en la consecución de los tres puntos. "Casi en la última jornada los visitamos el año pasado en zona de descenso y este año les está tocando a ellos estar en esta situación", indica el internacional argentino, que agrega: "Pero a nosotros esto no nos tranquiliza ni nos relaja. Tenemos ambición y ganas de disfrutar con nuestra gente, a falta de tres fechas, del objetivo por el que tanto hemos luchado todos esta temporada. Sería hermoso coronar este objetivo a falta de tres fechas en nuestra casa. Más motivación que ésta no puede haber".

Lejos de conformarse con la permanencia, Augusto opina que el Celta debe marcarse la meta de concluir el campeonato en el mejor puesto posible,. "Y si se consigue, quedan tres partidos más. El conformista, en la vida como en el deporte, no llega demasiado lejos. Nunca aspira a más y se queda donde está. Si ganamos este fin de semana, habremos logrado lo más importante pero el hambre de quedar lo más arriba posible va a seguir ahí", remacha.

A la hora de hacer balance sobre la temporada, Augusto se muestra satisfecho con su rendimiento, a pesar de que reconoce que le habría gustado marcar algún gol más de los dos que lleva. El atacante céltico valora asimismo que la nueva posición de interior en que Luis Enrique lo ha situado durante la mayor parte de los partidos ha beneficiado sus posibilidades de acudir al próximo Mundial con la selección de argentina. "Hago un balance muy positivo. Con cambio de posiciones, jugando a veces por fuera y a veces por dentro, pero el balance es muy bueno. Es difícil ser regular en el fútbol y siento que en las dos temporadas que he estado acá he sido regular", apunta.

El futbolista argentino, cuyo contrato con el Celta expira en junio de 2016, reconoce, por último, que le gustaría que el Celta comprase la mitad de los derechos de su ficha que aún pertenecen a Vélez Sarfield aunque admite que la decisión está en manos del Celta y tampoco le quita el sueño.