El Real Madrid se clasificó para la Final Four de la Euroliga, donde se topará en semifinales con el Barcelona igual que el año pasado, tras imponerse al Olympiacos en el quinto y definitivo encuentro del "play-off" de cuartos de final (83-69), una victoria contundente liderada por Sergio Llull, máximo anotador con 20 puntos.

La historia de la Euroliga señalaba que el equipo local siempre había vencido en el quinto encuentro de una eliminatoria y el Real Madrid cumplió la tradición destronando de paso al vigente bicampeón y su verdugo en la final del año pasado, que no encontró premio al gran partido de Vassilis Spanoulis (19 puntos). De esta forma, el equipo blanco se medirá con el Barça el 10 de mayo, al que ya eliminó el año pasado.

En un Palacio de los Deportes abarrotado fue Sergio Llull, autor de 15 puntos en la primera parte, el encargado de prender la mecha. Jugador volcánico como pocos en toda Europa, el balear pisó a fondo cogiendo la responsabilidad de Rudy Fernández, que enseguida probó el banquillo al cometer dos faltas personales tempraneras.

El Real Madrid quiso cerrar la zona, su mayor quebradero de cabeza en Grecia, y exilió al perímetro al equipo griego, que tiró el doble de tres (8) que de dos (4) en el primer cuarto. Pese al acierto de Lojeski, el vigente bicampeón no pudo resistir el primer aceleró de su rival, que se procuró un parcial de 10-0 entre el final del primer parcial y el primer del segundo.

Bartzokas tiraba la pizarra al suelo en el tiro libre, pero enseguida cambiaba los gritos por palmadas de ánimo, síntoma de un equipo que no levanta los brazos aunque le apunten con un tanque, y eso que su rival alcanzaba una máxima renta considerable (23-12, min.12). El Olympiacos se acercó el marcador metiendo arena en el motor del partido, pero enseguida llegó el esperado momento de Sergio Rodríguez. Dos triples del canario y una fabulosa asistencia a Felipe Reyes ponían la distancia máxima de la primera parte (38-25, min.18) que barruntaba un plácido paso por vestuarios para el Real Madrid, pero Pablo Laso se enzarzó en una estéril batalla con el trío arbitral, encabezado por el sempiterno Lamonica, y se ganó una técnica que descentró al equipo blanco. Spanoulis tiró la caña, pescó en río revuelto y dejó a su equipo vivó al descanso (40-34).

Mirotic, poco activo en la primera parte, tomaba el relevo de Llull en el tercer cuarto, haciendo daño por dentro o sorprendiendo desde fuera, y el partido se movía en ventajas cortas del Real Madrid, que no lograba descolgar a un adversario sostenido por los triples de Petway (59-52).

El equipo heleno veía desactivado el juego interior, su principal arma en los dos anteriores partidos, pero llegaba al desenlace de la eliminatoria con opciones de sacar billete a Milán. En ese momento Rudy cogió el estandarte que habían portado Llull y Mirotic para volver a estirar la renta por encima de la decena (66-54, min.22) y Spanoulis agrió el gesto.

Pero no hubo más roces, ni sustos, ni amagos de remontadas del campeón pese a las genialidades de un Spanoulis que estuvo demasiado solo a la hora de la verdad, ya que Bryan Dunstos, 'MVP' de las dos anteriores jornadas, solo anotó cuatro puntos ante un rival que, de la mano de Rudy y Felipe Reyes, controló a la perfección los minutos finales.