Un tremendo susto. En eso se quedó el fuerte golpe que sufrió Reguero, jugador del Coruxo, en su visita a Guijuelo, y por el que tuvo que ser trasladado al hospital.

Reguero fue arrollado en el remate que supuso el empate de su equipo en Guijuelo y el impacto contra el rostro le dejó tendido sin poder moverse. Rápidamente salieron al campo los servicios médicos de ambos clubes para intentar reanimarle. Poco a poco Reguero empezó a reaccionar y fue cuando vomitó y sufrió convulsiones. La ambulancia le trasladó al Hospital Santísima Trinidad de Salamanca.

En el parte de daños se aprecian golpes en la nariz y en un ojo. Además, le fueron aplicados tres puntos de sutura por su herida en la cabeza.

Sin embargo, ninguno de los daños sufridos reviste gravedad, por lo que el delantero acudió ayer al entrenamiento del equipo en Fragoselo. "Me asusté en la acción, ya que perdí el conocimiento. No recuerdo como fue la jugada", indica el jugador. "Estoy dolorido, pero tengo confianza en una rápida recuperación", añade.

Reguero ha recibido muchas muestras de afecto y numerosas llamadas de interés, por lo que muestra su gratitud. "Estoy agradecido por el interés que han mostrado muchas personas por mi estado", afirma.

Pero el delantero quiere dejar atrás ya el suceso y piensa ya en la próxima cita de su equipo, ante el Zamora, el próximo domingo en O Vao (18.00): "Lo importante ahora es ganar el partido del domingo, que es uno de los considerados claves para asegurar la permanencia".