El central brasileño Paulao, con dos errores clamorosos se unió a la fiesta del Rayo, que se aseguró la permanencia al vencer cómodamente a un Betis que quemó sus escasas opciones de salvación y ya está virtualmente descendido.

El Betis, angustiado por las urgencias y con los nervios a flor de piel ante su último pasaporte a la permanencia, salió excesivamente timorato hasta bien entrada la primera mitad. Para entonces el Rayo ya había aprovechado la indefinición del Betis y su falta de seguridad cuando a los 14 minutos un regalo de Paulao en forma de mala cesión hacia Antonio Adán dejó el balón libre para que Rubén Rochina fusilara al portero madrileño.

La tarde se volvió más aciaga para Paulao cuando, en un intento de despeje, mandó el balón al fondo de su portería. Esa acción supuso un golpe letal para el central verdiblanco, que se tumbó en el suelo hundido y al levantarse pidió varias veces el cambio. Aunque el Betis no se arrugó, Larrivey hizo al inicio del segundo tiempo el tercero, sin dar opción ya a un Betis que solo pudo maquilliar el resultado con un gol de Chica a diez minutos del final.