"¡Que viva Andalucía!", proclamaba ayer Luis Enrique tras vencer el Celta en Almería (2-4). El técnico agradecía con esta proclama la generosidad con que el sur ha tratado a su equipo, que ha dejado casi sentenciada su permanencia en Primera.

El Celta ha madurado en esta segunda temporada tras su retorno a la élite. Ha pasado del sufrimiento del curso anterior a la tranquilidad con la que se cerrará el actual. El equipo gallego está a punto de cumplir el objetivo cuando restan cuatro jornadas de Liga porque ayer en el estadio de los Juegos Mediterráneos exhibió una gran pegada en el área rival. Se mostró demoledor ante Esteban, con Nolito como estrella: el gaditano marcó dos goles y dio una asistencia a Orellana después que el chileno regalase el segundo tanto a Charles Dias.

La efectividad que ayer tuvo el Celta en ataque minimizó los problemas que el Almería le planteó a Yoel, sobre todo en la primera parte. Al descanso se llegó con igualdad en el marcador a un gol por casualidad, pues ambos contendientes disfrutaron de ocasiones claras para haber ampliado el marcador. Todo cambió en la reanudación. Los de Luis Enrique se adueñaron del balón e infligieron un duro castigo a un rival que se mantiene en la penúltima plaza, con 30 puntos, a diez de los célticos, que incrementan a ocho la diferencia con el descenso.

La quinta visita del Celta a Andalucía en este curso arrancó con malas sensaciones para el conjunto gallego. Parecía que se rompería la racha que se inició en la segunda jornada de Liga ante el Betis y que continuó ante el Sevilla, el Málaga y el Granada. Lo que los de Luis Enrique dejaban escapar en Vigo, lo recuperaban fuera, donde han igualado el récord de siete triunfos a domicilio que tenían los equipo de Lotina y de Vázquez desde la pasada década.

El Almería se lo puso difícil ayer al Celta para alcanzar más puntos como visitantes que como local: 21 frente a 19. Los de Luis Enrique necesitan espacios para encontrar líneas de pase con facilidad. Y el conjunto almeriense, al que solamente le valía la victoria, salió a pecho descubierto a por el partido y cogió por sorpresa a los celestes. Menos más que Rodri no tuvo su día ayer. En el primer minuto, el delantero rojiblanco cruzó en exceso un balón que controló entre Fontás y Cabral, mientras que ocho minutos después disparaba al palo.

Entre medias, Nolito y Orellana asomaban por el área de Esteban, que a los 17 minutos le ganaba un mano a mano al gaditano. Éste no perdonó dos minutos después cuando recogió un rechace de un defensa tras una filigrana de Rafinha.

El Celta se adelantaba en el marcador ante un Almería que se quedó petrificado ante el miedo a perder la categoría. En los veinte minutos siguientes, los de Luis Enrique dejaron con vida a un rival que a la media hora intentó solucionar la sangría que estaba provocando Nolito. Soriano fue el sacrificado. Con Zongo mejoró el equipo andaluz, que a los 40 minutos logró el empate. Una falta en mitad de campo cogió despistada a la zaga celeste. Tébar, en posible fuera de juego, se coló para asistir a Rodri en el segundo palo. El Celta se mostraba excesivamente blando en defensa y ante el empuje del rival recibía con alivio el descanso.

Álex, con unas cuantas apariciones en ataque pero sin apenas participación en el juego, se quejó de un golpe y fue sustituido por Madinda. Agradeció el cambio el equipo, que ganó solidez en el centro del campo para preparar el asalto definitivo a la portería del Almería.

La aparición de Orellana por la izquierda, la banda de la que se adueñó desde hace semanas Nolito, desestabilizó al Almería, que reclamó fuera de juego de Nolito cuando el gaditano recibió el balón del chileno y asistió a Charles en el segundo palo para adelantar al Celta en el marcador. En el minuto 51, el Celta volvía a ponerse con ventaja en el partido.

Los de Luis Enrique ya no cesarían hasta tumbar a un rival que acusó el desgaste de perseguir sombras mientras el balón le pasaba por delante. Así llegó el tanto que sentenciaba el partido y que el banquillo celeste celebró como si se alcanzase el éxito esperado: Hugo Mallo filtró un excelente pase a Orellana y el chileno asistió a Nolito en el segundo palo.

Con veinte minutos por delante y la victoria en el bolsillo, el Celta siguió al ritmo que marcaban Krohn-Dehli, Rafinha y Madinda, con el trío atacante dispuesto a seguir engordando su cuenta particular de goles.

Nolito acababa de marcar su décimo tanto en la Liga, superando por uno a Charles, que ayer no celebró el suyo por respeto a su exequipo. Y con el Almería entregado, Rafinha vio a Orellana entrando por la derecha. El chileno dribló a Esteban y marcó con la izquierda el 1-4.

No bajó el ritmo el equipo de Luis Enrique, con Nolito y Bermejo creando más ocasiones de gol. Sin embargo, fue el excéltico Óscar Díaz quien en el minuto 87 se encontró con el balón en la media luna del área céltica y lo metió por la escuadra de la portería de Yoel. Daba igual: el Celta hacía pleno en Andalucía y dejaba resuelta la temporada.