El Celta Selmark finalizó la temporada en quinta posición, después de caer derrotado ante el Ensino por seis puntos de diferencia, 62-68 aunque no empaña la magnífica temporada de las viguesas.

Lo que el equipo de Carlos Colinas ha hecho en esta recta final de temporada tiene mucho mérito. Jugar sin pivots una competición tan exigente como la Liga Femenina 2 obliga a muchos sacrificios, y eso al final de los partidos se nota. El Celta Selmark sabía que para tener opciones en el partido de ayer ante el conjunto lucense tenía que cumplir dos premisas. La primera la de tener un buen porcentaje de acierto en el tiro, y la segunda correr mucho más que el rival para anticiparse a sus acciones y evitar que tuvieran cómodas posiciones de tiro.

En lo del tiro las célticas no pudieron estar más acertadas en los primeros diez minutos de juego, en los que llegaron a anotar hasta tres triples consecutivas. Lugo no estaba cómodo, aunque como suele ser habitual Mireia Navarrete fue la que sacó al equipo del atasco. Su buena mano en el tiro exterior, y su fortaleza bajo los tableros, fueron un obstáculo muy serio para el conjunto vigués que, a pesar de todo, fue por delante en el marcador aunque llegara al final del cuarto con cinco puntos de desventaja, 18-23.

Como pasó a lo largo de toda la temporada, a este equipo nunca se le puede dar por muerto a pesar de los problemas. El 20-28 del minuto dos del segundo cuarto parecía la sentencia para un Celta Selmark al que le costaba llegar a las ayudas. Esa frustración provocaba además un bloqueo que impedía acertar cómodas acciones de tiro. Sin embargo un lanzamiento triple de Cris Loureiro hizo que el equipo se volviera a meter en el partido. Las célticas habían hecho un parcial de 6-2 y volvían a estar en el partido y, lo más importante, conseguían que fuera Ensino el que pasara por varios minutos de bloqueo.

El técnico lucense solicitó su primer tiempo muerto a cuatro minutos para el final tratando de arreglar los desajustes de su equipo, pero lejos de conseguirlo el Celta Selmark volvió a anotar forzándolo a solicitar, pocos segundos después, su segundo tiempo. El cuadro vigués estaba en un buen momento, recuperaba el rebote ofensivo y a cuatro minutos para el final empataba el encuentro a treinta puntos. Ensino estaba atravesando su peor momento, tenía a Mireia en el banquillo, y el Celta Selmark lo quería aprovechar. Tanto fue así, que a tres minutos para el descanso, las viguesas hicieron presión a toda cancha para recuperar el balón. Unos minutos finales del segundo cuarto, que hicieron recordar los mejores momentos del derbi gallego por excelencia en Liga Femenina.

El tercer cuarto comenzó con un ritmo mucho más lento. Los dos equipos salieron aletargados, y de hecho en los dos primeros minutos del cuarto, cada equipo solamente había anotado dos puntos. Sin embargo Ensino consiguió meterse en el partido mucho más rápido que las viguesas. El cansancio provocó que las viguesas llegaran tarde a las ayudas en defensa, y en ataque no había frescura a la hora de buscar cómodas posiciones de tiro. El Celta Selmark estuvo cuatro minutos sin anotar, aprovechando esda circunstancia Lugo para abrir una pequeña brecha en el marcador, 38-44. Begoña Pallardó rompió la sequía con dos puntos que acercaron más a las viguesas en el marcador. Marta Canella e Isa Herbello consiguieron empatar el encuentro con un triple y dos tiros libres en el último minuto del cuarto, aunque no evitaron que las lucenses llegaran al final con tres puntos de ventaja, 45-48.

Ninguno de los dos equipos entregó el partido en los diez minutos finales. Las viguesas no pudieron comenzar mejor con un triple de Cris Loureiro que devolvía la igualdad en el marcador. Las alternativas fueron constantes. El Celta Selmark sacaba fuerzas de flaqueza y, posiblemente, el aliento desde la grada las llevó en volandas en los minutos decisivos del encuentro. Los problemas de altura los superaban con presión, ayudas y por ejemplo, cuando Mireia Navarrete estaba en pista, tenía a María Araujo como su sombra.

Sin embargo el gran desgaste físico del partido comenzó a pasarle factura al equipo céltico, que a dos minutos para el final del partido perdía por seis puntos de diferencia, 56-62, lo que obligó a Carlos Colinas a solicitar un tiempo muerto.El público festejó con su equipo el gran trabajo de la temporada, cerrada con el estreno de Sabela Taboada del junior B.