El sueño del pase a la semifinal de la Liga Europa se cumplió en una noche épica y festiva que Mestalla vivió con entusiasmo y en la que el Valencia remontó un 3-0 en contra ante el Basilea, en un partido con pocos precedentes, pero que pudo dejar resuelto antes de la prórroga.

No llegaba el Valencia al encuentro en su mejor momento y aunque al principio tuvo dudas, tras el 1-0 fue un vendaval, tuvo fallos impensables de cara a puerta y necesitó esperar a la prórroga para doblegar a un rival que jugó los últimos quince minutos, en los que recibió los dos goles decisivos, con dos futbolistas menos.

Todo hacía pensar que el encuentro iba a llegar al descanso sin movimiento en el marcador por la falta de eficacia local, pero el Valencia supo aprovechar las dos claras ocasiones de gol que tuvo en el tramo final del primer periodo por medio de Alcacer y Vargas.

En el segundo tiempo el Valencia apretó aún más. Saludó la prolongación con dos remates al palo antes de que Alcacer marcase el tercer tanto y llevó el partido a la prórroga en la que con dos futbolistas más consiguieron la remontada.