Alberto Contador, el líder, trató de eliminar a Alejandro Valverde en la subida a Arrate, como ese boxeador que trata de derribar a su rival contra las cuerdas en una tormenta de golpes, pero el madrileño se encontró con un ciclista "lapa" que no sólo se le pegó a la rueda, sino que al final se le subió a las barbas y le picó 2 segundos. "No me iba a meter en el esprínt, no estoy tan loco", dijo Contador. No era su terreno. Su escenario era Arrate, camino del Santuario símbolo del ciclismo vasco, con pendientes que duelen.

Contra el viento, en medio del pasillo de pasión ciclista que se vive en esta tierra, Contador sacó el látigo una y otra vez, persistente en el ataque. Cuatro veces. Otras cuatro le echó el freno Valverde.

Escenas similares a las de la Vuelta 2012, cuando "Purito", que, era el líder, amargaba al madrileño los intentos cercanos a meta. Aquello se solucionó con un "fuentedé", aquel ataque tan lejano como inesperado que acabó con ilusiones del catalán. Ahora, todo apunta que decidirá un cronómetro.

El holandés Poels ya se iba solo por la victorias y por detrás desbarajuste. Samuel Sánchez apareció en su cima, donde ha ganado tres veces, y junto a Valverde fueron capaces aún de meterle dos segundos a Contador. La resistencia acabó con una propina que puede venir bien ante la lucha cronometrada del sábado en Markina.

Contador tiene a Valverde a 12 segundos y a 36 a Cunego, Evans y Peraud.