El regreso del polaco Robert Lewandowski, delantero que le endosó cuatro goles en la ida de semifinales de la última edición de Liga de Campeones, es la amenaza a la amplia ventaja con la que en esta edición visita el Real Madrid a su último verdugo, el Borussia Dortmund, antes de firmar un nuevo pase a semifinales.

La lección aprendida el año pasado en el Signal Iduna Park, donde Lewandowski dio un recital de fútbol, está más presente que nunca en un Real Madrid que está a las puertas de su cuarta semifinal de Liga de Campeones consecutiva, en un nuevo camino hacia la soñada 'décima' Copa de Europa.

Destrozada la 'maldición alemana' con la goleada de octavos al Schalke (1-6) en el Veltnis Arena de Gelsenkirchen, el Real Madrid afronta un nuevo viaje a tierras germanas con la seguridad que le dan los tres tantos de ventaja cosechados en la ida ante un Borussia Dortmund que se pareció en poco al que se convirtió en su último verdugo.

Pero ni el 3-0 de la ida, ni los datos que señalan que nunca al Real Madrid le remontaron una eliminatoria europea con esa ventaja, permitirán salir confiados al Signal Iduna Park. Tanto es así que Cristiano Ronaldo jugó la ida con fuertes molestias hasta que su cuerpo aguantó y descansó el fin de semana ante la Real Sociedad, para jugar el partido de vuelta ante el Dortmund.

Pero su concurso parece poco probable. El delantero tuvo que abandonar ayer el entrenamiento del Real Madrid en el Signal Iduna Park y encendió las luces de alarma en el club blanco. El portugués hizo una prueba en el coliseo del Borussia y se retiró a los pocos minutos de iniciarse el entrenamiento con rostro serio.

Las molestias que arrastra en el tendón rotuliano de la rodilla derecha se reprodujeron cuando, tras el calentamiento, entró en contacto con el balón al cuarto de hora del comienzo de la sesión de trabajo. Sobre el césped, dialogó con uno de los fisioterapeutas del club y se retiró a los vestuarios.

Ancelotti había condicionado su presencia en el once a las sensaciones que tuviese en el entrenamiento de ayer y admitió que tras el 3-0 a favor de la ida, no forzará a Cristiano Ronaldo a no ser que esté en plenitud para jugar.

Ancelotti tendrá que decidir entre dos opciones para sustituirle: Asier Illarramendi, si quiere dar más consistencia al centro del campo ante el juego de ataque de un Borussia Dortmund obligado a remontar, o la presencia de Isco Alarcón, titular en los dos últimos encuentros del Real Madrid.

En el once del italiano Carlo Ancelotti, que no juega una semifinal de Liga de Campeones desde 2007, será novedad la presencia de Iker Casillas en portería y la vuelta de Coentrao al lateral izquierdo y de Di María al centro del campo superada su gastroenteritis.

El Dortmund no se resigna de antemano a la eliminación aunque necesite casi un milagro para remontar la eliminatoria.

El reto es enorme y el entrenador Jürgen Klopp no cuenta con hombres importantes como el lateral Marcel Schmelzer, los centrocampistas Jakub Blaszczykowski, Ilkay Gündogan y Sven Bender y el central Neven Subotic, todos ellos lesionados.

Además son duda el meta titular Roman Weidenfeller, con un hematoma en la mano, y el exmadridista Nuri Sahin, con un problema en la espalda.