El Celta afronta esta noche en el tradicionalmente esquivo estadio de Vallecas (22.00 Canal + Liga, Gol TV) la primera de las seis bolas de partido que el conjunto de Luis Enrique tiene por delante para asegurarse la permanencia. Se enfrenta el cuadro celeste a casi un clon, el osado Rayo Vallecano de Paco Jémez, en busca de un triunfo que le permita manejarse ya en el tramo final del campeonato libre de todo peligro y con la satisfacción del deber cumplido.

Luis Enrique considera que 39 o 40 puntos deberían bastar para certificar la continuidad del Celta en la máxima categoría y quiere hacerlo sumando un séptimo triunfo a domicilio que igualaría la mejor marca de la historia lejos de Balaídos, establecida por Miguel Ángel Lotina y Fernando Vázquez, respectivamente, en las campañas 2002-03 y 2005-06.

Un motivo más de motivación para los célticos en un partido que se adivina apasionante por el talante abiertamente ofensivo -se ha dicho incluso que temerario en el caso del Rayo- de dos escuadras con una idea de juego muy atrevida que presumen, con mejores o peores resultados, de buenas maneras futbolísticas. Ambos equipos llegan al choque en un sólido momento de forma: los celestes tras doblegar en casa al pujante Sevilla, y muy cerca de cumplir con el objetivo de no sufrir apuros para salvarse; los vallecanos después de conectar una racha de cinco semanas sin perder, la mejor de la temporada, antes de caer goleados el pasado sábado en el Santiago Bernabéu.

Solo tres puntos separan ahora a los dos conjuntos, que se juegan también el coeficiente particular de goles, que los madrileños tienen a favor gracias a su cómodo triunfo en la primera vuelta en Balaídos 0-2. Luis Enrique dijo ayer que ha tomado nota de aquella victoria y hará modificaciones tácticas y de futbolistas para devolver esta noche al Rayo la moneda. El técnico celeste ha dicho que el Celta será fiel a su estilo y que intentará evitar que el partido se desboque en el intercambio de golpes.

Luis Enrique mantiene, como es de costumbre, absoluto sigilo sobre la elección de las piezas, aunque se da por sentado que habrá cambios con respecto al once que doblegó al Sevilla. Los dieciocho futbolistas que el técnico ha desplazado a Madrid -se han quedado en Vigo Welliton, David Costas y Madinda- gozan de la confianza del técnico, que dispone de múltiples combinaciones.

Lo único seguro es que Yoel se situará bajo el travesaño y que muy probablemente Hugo Mallo y Jony ocuparán los flancos en la retaguardia. Como centrales el técnico podría premiar al buen partido frente al Sevilla de Íñigo López, que le ofrece además dominio del juego por alto, acompañado bien por Fontás, bien por Cabral, ya recuperado de su esguince de tobillo. El catalán jugará seguro, si no de central de medio centro defensivo, posición en la que la pasada jornada brilló Krohn-Dehli y a la que también aspira Borja Oubiña. Flanqueando al pivote, Augusto apunta a la banda derecha y Álex López, quizá Krohn-Dehli si no juega en el medio, a la izquierda.

En el frente de ataque, Rafinha se perfila como extremo derecho y Charles como delantero de referencia, mientras que Orellana y Nolito, ambos en un dulce momento de forma, se disputan el costado izquierdo.

Paco Jémez, técnico del Rayo Vallecano, no dará a conocer hasta hoy la convocatoria de su equipo, en el que son bajas seguras el lateral derecho Tito y el centrocampista José Carlos Fernández, lesionados, y muy probable el defensa central portugués Zé Castro, con gripe. La baja del zaguero luso propiciará la titularidad en el centro de la defensa de Borja López, incorporado en el mercado de enero, como compañero de Gálvez. Arbilla y Rat se perfilan como laterales, mientras que en medio campo el excéltico Roberto Trashorras y Saúl Ñíguez formarán como doble pivote. Por delante, Jémez empleará una línea de tres hombres previsiblemente integrada, de derecha a izquierda, por Rochina, Bueno y el vigués Iago Falque, mientras que Larrivey, máximo goleador franjirrojo, ocupará la punta de ataque.