Nunca falla. El celtismo vuelve a mostrarse invulnerable. Su fidelidad es absoluta. Inquebrantable. Su omnipresencia cobra importancia en las citas clave. El duelo de Vallecas es clave. Sobre todo para el corazón de la hinchada céltica, que estará representada mañana en el coliseo franjirrojo por más de quinientos aficionados.

Madrid será celeste en la jornada del sábado. La conquista comenzará en los aledaños de Vallecas. Sus cánticos resonarán en una grada en la que la afición del Rayo Vallecano también intentará empujar al equipo de Paco Jémez hacia los tres puntos. El duelo del terreno de juego será bonito. Promete espectáculo. El de los aficionados, también. El celtismo quiere repetir capítulos como el de Tarragona o Valladolid. En las redes sociales el hashtag #VallecasCeleste será uno de los más populares en un día en el que, en caso de ganar, el objetivo de la permanencia estaría casi asegurado.

El celtismo merece esa alegría. Su comportamiento debe tener como recompensa un final de curso sin sufrimiento, sobre todo sin el suspense vivido durante la pasada campaña. Para ello, el primer tren hacia ese "relax" pasa mañana por Vallecas. El desplazamiento a tierras madrileñas será el más multitudinario de la temporada. En otras visitas como la de Getafe o Real Madrid no acompañó el calendario. Ahora, en plena recta final de la competición, es el momento para rememorar episodios recientes y regresar de Vallecas con los tres puntos bajo el brazo.

La peña "Morriña Celeste" ejercerá de anfitriona. El número de celtistas no se puede calcular, aunque, como decimos, todo indica que superará el medio millar. Desde la ciudad olívica partirán agrupaciones como Irmandiños, Preferencia Celeste, Bueu Celeste o Comando Celta, que se desplazarán en autobuses que saldrán a primera hora de los aledaños de Balaídos. Además, particulares realizarán el viaje por cuenta propia, con lo que el conjunto que dirige Luis Enrique tiene asegurado, una jornada más, el apoyo de los suyos desde la grada.