Rayo Vallecano y Celta guardan muchos aspectos en común. Su estilo futbolístico y su objetivo son algunas de esas similitudes. La temporada ha regalado otra. Ambos conjuntos buscan un final de curso plácido. Curiosamente, los franjirrojos se salvaron hace dos temporadas con un gol sobre la bocina de Tamudo mientras que los celestes recogieron el testigo del sufrimiento con una última jornada de infarto.

Es el momento de alejar la supervivencia como rutina. Los tres puntos que se disputan en Vallecas son un viaje hacia la tranquilidad. Sobre todo para un Celta que, con 36 puntos -tres más que el Rayo-, está a dos victorias de alcanzar la cifra de 42 que, a priori, debería garantizar la permanencia. Además, ganar supondría dejar atrás al cuadro franjirrojo en un tramo final de temporada en el que los equipos de la zona baja de la tabla están comenzando a sumar con asiduidad.

Luis Enrique llega a tierras madrileñas con todo su arsenal. Cuenta con todo el plantel disponible. El preparador asturiano no ha deparado sorpresas en la convocatoria. David Costas, Welliton y Madinda se han quedado en Vigo. Recupera a Gustavo Cabral, baja en el triunfo ante el Sevilla, y confirma que el jugador franquicia del equipo vigués, Rafinha Alcántara, podrá actuar sin ningún problema.

El duelo promete. Se prevé un sugerente espectáculo futbolístico. Ambos equipos apuestan por el toque. La ambición de ambos técnicos marca la filosofía de sus jugadores. Sólo hay un camino, la portería contraria. Ese es el plan marcado para sumar los puntos necesarios para renovar la continuidad en la élite del fútbol nacional. De momento, Celta y Rayo Vallecano están cumpliendo su cometido. Ahora buscan estos tres puntos necesarios para no complicarse la vida en la recta final de la competición.

El entrenador céltico ya ha calificado el partido de Vallecas como de "primera final". El celtismo también sabe de la importancia del choque. Más de quinientos aficionados teñirán de celeste el coliseo franjirrojo, un feudo que fue conquistado en 2010 y 2011, últimas visitas en Segunda. El celtismo espera repetir los episodios de Pucela o Tarragona. Su cometido será trasladar la victoria de la grada hacia el terreno de juego De hecho, Paco Jémez ha hecho un llamamiento a su hinchada para que acuda al estadio a empujar a los suyos hacia un un triunfo que se antoja clave a corto plazo.

El Rayo Vallecano llega a la cita en un gran momento de forma. Cayó goleado ante el Real Madrid, pero acumulaba cuatro victorias en cinco partidos. Esa racha de resultados ha permitido al conjunto madrileño abandonar los puestos de descenso. Paco Jémez, que ha señalado que Zé Castro seguramente se una a las bajas de Tito y José Carlos, no desvelará la lista de convocados hasta el sábado por la mañana. Lo que parece claro es que los gallegos Iago Falque y Roberto Trashorras serán dos de las bazas con las que el equipo madrileño intentará sorprender a un Celta que se ha convertido en un especialista a domicilio.

En definitiva, duelo vistoso. El conjunto vigués nunca ha empatado como visitante mientras que el Rayo no conoce la igualada cuando ha jugado en Vallecas. El objetivo del Celta es claro. Lograr una victoria que permita rubricar la escapada iniciada hace varias jornadas, una huida del sufrimiento para instalar la tranquilidad en la rutina céltica. Sería la mejor recompensa para la afición. Sobre todo para sus corazones.

Posibles alineaciones:

Rayo Vallecano: Rubén; Arbilla, Borja, Gálvez, Rat; Saúl Ñíguez, Trashorras; Rochina, Bueno, Iago Falque; y Larrivey.

Celta: Yoel; Hugo Mallo, Íñigo López, Aurtenetxe, Jony; Fontás, Augusto Fernández, Krohn-Dehli; Rafinha, Nolito y Charles.

Árbitro: Pérez Montero (comité andaluz).