El Coruxo volvió a salvar ayer tarde una complicada situación, sumando un punto que le permite, de momento, salir de los puestos de promoción y encadenar la cuarta semana consecutiva sin conocer la derrota, con dos victorias y otros tantos empates.

El derbi gallego ante los ferrolanos estuvo marcado por el estado del terreno de juego de O Vao, que no fue capaz de drenar las intensas lluvias caídas en las últimas horas. El terreno de juego presentaba en muchas zonas una acumulación de agua que frenaba el balón, mientras que en otras era todo lo contrario.

El equipo de Rafa Sáez volvió a mostrar dos caras durante el encuentro. En los primeros cuarenta y cinco minutos el cuadro vigués lo pasó francamente mal, incapaz de leer el partido y carente de la intensidad y presión necesaria para poner en apuros al conjunto ferrolano. A pesar de ello, el primer aviso fue del Coruxo, por mediación de Pedro Vázquez, que se metió en el área e intentó colocar el balón, pero Antonio lo sacó casi en la línea de gol.

Casi todo el juego se desarrollaba en el centro del campo, y el problema era perder un balón, ya que se podía crear una clara ocasión de gol. Así fue lo que pasó en el minuto 22, cuando Pumar se metió por la banda izquierda de su ataque, y ante la parsimonia de la defensa viguesa metió el balón a Iosu Villar, quien la cedió a Marcos Álvarez, que batió por bajo a Fernando.

El Coruxo volvió a quedar tocado y sin claridad de ideas. Mateo y Pedro Vázquez se cambiaron de banda, pero esa tampoco fue la solución para que llegara el tanto del empate.

El Coruxo tenía muchos problemas para llegar al área de Camacho, y la mejor ocasión fue para Jonathan Reguero, al filo de la media hora, cuando vio adelantado al portero ferrolano e intentó sorprenderlo por alto.

Las cosas no comenzaron mucho mejor en la segunda parte. El Coruxo seguía descolocado, mientras que el Racing estaba cómodo. A media hora para el final, Rafa Sáez revolucionó al equipo. Los primero que hizo fue introducir en el campo a Rafa Mella y Chaco por Aitor Aspas y Alberto García, respectivamente. Después recolocó a los jugadores, dejando solamente a un medio centro y reforzando el centro del campo Rafa Mella y Chaco ayudando en labores ofensivas a Reguero.

Fue el punto de inflexión del partido. El Coruxo recuperó la tensión y la presión de los últimos encuentros, y cuatro minutos más tarde conseguían sacar una falta en la frontal del área. El capitán Jonathan Antúnez fue el encargado de sacarla y, como no podía ser de otra forma, el balón acabó en el fondo de la portería de Camacho.

Con la igualdad en el marcador, O Vao volvió a soñar con una nueva remontada al estilo de las últimas dos jornadas, donde después de empezar perdiendo acabaron llevándose los tres puntos en juego.

A partir de ese momento, las alternativas fueron constantes. El Racing de Ferrol pudo adelantarse en el marcador con un centro desde la derecha de Marcos Álvarez, al que nadie llegó, mientras que a cinco minutos para la conclusión del encuentro, Jonathan Reguero pudo sentenciar el partido con un potente disparo que despejó Camacho en una buena intervención.

El estado del terreno de juego pasó factura en los minutos finales del encuentro. Los jugadores comenzaron a acusar el esfuerzo realizado en los minutos anteriores y nadie conseguía llegar con intensidad a los balones divididos, por lo que inconscientemente los dos equipos decidieron protegerse y evitar que el rival se acercara con peligro al área y consiguiera el gol de la victoria.