La época dorada del Celta pertenece ya al pasado. Aquellas hazañas europeas perviven en la memoria de una afición que se ha acostumbrado a vivir en un nuevo hábitat. El celtismo ha evolucionado. Su meta es disfrutar con su equipo, alegrarse del mero hecho sobrevivir, de gozar viendo como una zamarra de color celeste compite contra las potencias del balompié mundial.

En definitiva, se ha pasado página. Pero la nostalgia es inevitable cuando José Manuel Pinto. Esteban o Juanfran vuelven a la palestra. Estos tres jugadores han pertenecido al último Celta que disputó competiciones europeas. De hecho, los dos guardametas pugnaron por ser el guardameta titular del equipo de Fernando Vázquez. El arquero andaluz llegó a ser titular en los partidos de Champions League mientras que el defensa pasó a la historia del club vigués por ser el primero en marcar un gol en la máxima competición continental.

Desde entonces ha pasado casi una década. Diez años que no han privado a Esteban y a Juanfran a seguir siendo importantes en Primera División. El asturiano y el valenciano son, de hecho, los jugadores con más minutos en la máxima categoría.

El caso de José Manuel Pinto es diferente al de sus dos excompañeros. El guardameta gaditano se ha habituado a su papel de actor secundario. Sus oportunidades han llegado en la Copa del Rey. "Trabajo para ser titular la próxima temporada", afirmaba el excapitán del Celta a RAC1. La lesión sufrida por Víctor Valdés ante Sudáfrica se antoja como el gran test para conocer si Pinto merece continuar siendo, a sus 38 años, uno de los aspirantes a defender la portería de uno de los mejores equipos del mundo.

Lo que está claro es que parece que Esteban, Juanfran y el propio Pinto lograron en Vigo, además de pasear la camiseta del Celta por Europa, la piedra filosofal.