Ourense y Coruxo afrontaban un duelo en situaciones contrapuestas. Los locales están completando un inicio de temporada brillante. Por el contrario, el equipo vigués afronta una nueva etapa tras el cese de Antonio Gómez y la llegada de Rafa Saéz al banquillo de O Vao. Los dos conjuntos comparten el mismo objetivo. La meta es la permanencia, pero lo cierto es que los de Luisito parece que no sufrirán para renovar su continuidad en la categoría de bronce del fútbol español.

El Ourense sabía que hoy tenía una nueva oportunidad para acercarse a esa meta marcada a comienzos de curso. Jugaba en casa, ante una afición que está maravillada. Regresaba a O Couto tras el exilio efímero en Verín. Había que reestrenar el campo con éxito y el cuadro rojillo no defraudó a su hinchada.

Los locales construyeron su triunfo con dos buenos inicios. Iker Alegre abrió el marcador a los cinco minutos de partido con un disparo desde fuera del área. El Coruxo se recompuso ante el poderío local. Víctor Besada, desde los once metros, transformaba un penalti que metía el miedo en el cuerpo a un Ourense que esta temporada ha sufrido en los enfrentamientos contra equipos gallegos (ganó al Compos pero perdió ante Racing de Ferrol y Celta B).

Los rojillos afrontaban el reto de superar la solidez defensiva que caracteriza a este Coruxo. La muralla se derrumbó en los primeros minutos del segundo acto. Gustavo Souto batía a Fernando y volvía a desequilibrar la contienda a favor de los locales. El Ourense encarrilaba la victoria. Necesitaba los tres puntos para seguir soñando. Siguió opositando al éxito. Dos remates al palo de Álex Fernández y Moisés pudieron dejar un final más tranquilo para el Ourense, que acabó sentenciando al Coruxo con un gol del propio Álex Fernández en la recta final del choque. El jugador rojillo superó de disparo cruzado al guardameta visitante tras un recorte magistral a Yago Yao.

O Couto volvía a disfrutar. El Ourense regresa a la cima de la categoría. Comparte el liderato con un Racing de Santander que venció en su feudo al Oviedo (2-3), el otro grande de esta Segunda B. Los rojillos suman ya 21 puntos, van lanzados hacia el objetivo de la permanencia y demuestran que tienen mimbres para luchar por la zona noble de la tabla. Por su parte, el Coruxo sigue fuera del descenso a pesar de la derrota. La próxima jornada, otra vez lejos de O Vao, debe ganar al Caudal, colista, para no meterse en apuros clasificatorios.